La cápsula Starliner de Boeing, cuyas aventuras han dado lugar a un auténtico culebrón, regresó a la Tierra con éxito el sábado, sin los astronautas que la habían llevado a la Estación Espacial Internacional (ISS), ya que la NASA consideró que el riesgo era demasiado grande. La cápsula aterrizó suavemente a las 04:01 en la estación espacial White Sands, en Nuevo México, en el suroeste de Estados Unidos, con un descenso ralentizado por paracaídas y amortiguado por airbags. Había salido de la ISS unas seis horas antes, según la retransmisión en vídeo de la agencia espacial estadounidense (NASA).
Los equipos de tierra informaron haber escuchado estruendos mientras la nave se dirigía a través del cielo nocturno a 1.650 grados centígrados a velocidades supersónicas al reingresar a la atmósfera.
Ocho meses en el espacio en lugar de ocho días
La reputación del gigante aeronáutico estadounidense, ya dañada por numerosos problemas recientes con sus aviones de pasajeros, sufrió un nuevo golpe en junio cuando se detectaron fallas en los propulsores y fugas de helio en la cápsula durante el vuelo tripulado inaugural. A pesar de los intentos del fabricante de convencer a la NASA de la seguridad de sus aparatos, la agencia espacial prefirió traer de vuelta a Butch Wilmore y Suni Williams a través del competidor de Boeing, SpaceX, y su cápsula Crew Dragon. Los dos astronautas, que no volverán hasta el año que viene, permanecerán en el espacio más de ocho meses mientras …
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