Publicado el 10/04/2024
Al final de la audiencia del miércoles del primer acusado en el proceso 1MDB, la defensa del director general de Petrosaudi solicitó nuevamente la sesión a puerta cerrada. Ha elaborado una serie de documentos destinados a establecer su papel en las relaciones entre Malasia y Arabia Saudita.
Luego de obtener una sesión parcial a puerta cerrada la semana pasada, la defensa volvió a la carga durante la tarde. Empezó pidiendo el aplazamiento del interrogatorio del principal acusado, un ginebrino de origen saudí. El Tribunal de lo Penal rechazó esta solicitud.
Los dos abogados del acusado renovaron entonces su petición de que la sesión se celebrara a puerta cerrada. Para ello presentaron dos pasaportes con visas diplomáticas, tarjetas de acceso al palacio real y entradas VIP a los aeropuertos de Arabia Saudita, así como una tarjeta de la Organización de Cooperación Islámica.
Fotos “oficiales”
Se entregaron a la corte fotografías “oficiales” que atestiguan la presencia de su cliente durante las ceremonias de danza de espadas, con el futuro rey Carlos de Inglaterra, y las visitas de delegaciones extranjeras en particular. También se presentaron varios correos electrónicos.
Estos elementos deberían probar los “vínculos evidentes” de su cliente con cifras oficiales de su país de origen. Nicolas Rouiller consideró esencial que el acusado sea escuchado en ausencia del público y de la prensa, para que “el tribunal capte elementos que a nosotros, los occidentales, nos resultan difíciles de comprender”. Subrayó que el marco suizo en particular está muy lejos del marco en el que tuvo que evolucionar el interesado.
La defensa justificó la presentación tardía de estos nuevos documentos por el hecho de que no quiso discutirlos durante la primera solicitud a puerta cerrada “con la prensa a sus espaldas”. El tribunal decidirá cuando las partes hayan podido expresarse sobre esta solicitud.
ats
