Al unir fuerzas con una joven empresa estadounidense para construir sus coches eléctricos de nueva generación, la veterana Volkswagen, atrapada en la mayor crisis de su historia, intenta todo por todo.
Mientras se reanudan el lunes las negociaciones en el norte de Alemania sobre un plan de ahorro que podría provocar miles de despidos, el futuro del principal fabricante de Europa puede estar definiéndose en California.
Es en la región de Los Ángeles donde se ha establecido la joven empresa automovilística Rivian, con la que el gigante alemán selló en noviembre una asociación por valor de casi 6.000 millones de euros (5.600 millones de francos).
La empresa, fundada en 2009, se encarga ahora de construir la arquitectura electrónica de los futuros modelos eléctricos del grupo con la esperanza de borrar los reveses sufridos por Volkswagen en los últimos años.
Una apuesta de ‘alto riesgo’, según Ferdinand Düdenhöffer, experto del Centro de Investigación Automotriz (CAR), ya que Rivian, especializada en la fabricación de camiones, furgonetas y SUV totalmente eléctricos, está mucho menos consolidada que la estadounidense Tesla o las grandes tecnológicas. Empresas con las que trabajan muchos fabricantes.
Aliarse con gigantes como Google o Microsoft “permite evitar riesgos” en el desarrollo de sistemas operativos, que se han convertido en imprescindibles para el automóvil del futuro, recuerda el experto.
‘Abismo de miles de millones’
Ya sea para las funciones primarias de los automóviles, para las aplicaciones o incluso para la conducción asistida, los fabricantes se enfrentan al auge del “software”, software integrado, cada vez más sofisticado, cuya importancia prima sobre la del “hardware”, la mecánica del coche.
Tuvieron que tomar una decisión: delegar completamente el desarrollo de software -como hizo el Volvo sueco- o contratar a cientos de desarrolladores para producir un sistema operativo interno, como prometió Cariad, la filial dedicada a TI de Volkswagen.
La mayoría prefirió una solución entre ambos, estableciendo asociaciones, como anunció Mercedes con Google y Nvidia.
Hay mucho en juego: el fracaso de Cariad, acusada de retrasos y defectos en su software, le costó al ex director general de Volkswagen, Herbert Diess, su puesto, despedido en 2022, y sumas considerables para el grupo, según Dudenhöffer, que habla. de un “mil millones de pozos”.
El exjefe creía “que podríamos transformar un fabricante de coches clásicos en un gigante tecnológico y de TI”, resume el analista.
Nada podría ser más complicado para un grupo casi centenario como Volkswagen, cuya organización interna es compleja, con diez marcas de automóviles que se han desarrollado cada una por su cuenta, explica Andreas Nienhaus, de la empresa de investigación Oliver Wyman.
Esta “inercia” frena la innovación, añade.
Objetivo 2026
De ahí el cambio radical de estrategia de Oliver Blume, sucesor de Diess al frente del grupo.
Para demostrar al socio alemán de lo que es capaz, Rivian instaló este verano, en sólo doce semanas, un sistema informático propio en un Audi eléctrico, informa la revista Der Spiegel. “Esto es lo que nos habría llevado aquí, en el grupo, organizar una reunión con todos los interesados”, ríe un informante citado por el semanario.
Una arquitectura electrónica fiable y simplificada, las promesas de la joven empresa hacen soñar a los herederos de los creadores del Golf. La empresa conjunta quiere comercializar vehículos de nueva generación a partir de 2026. Volkswagen se ha comprometido a invertir hasta 5.800 millones de dólares hasta 2027.
A Volkswagen se le acaba el tiempo, perjudicada también por sus costes de producción en Alemania y por la caída de su cuota de mercado en China frente a la competencia de las jóvenes marcas eléctricas, en un contexto de desaceleración de la demanda mundial.
¿Qué pasa con Cariad y sus más de 5.500 empleados en Europa? La filial “seguirá desempeñando un papel importante”, prometió el director general.
Su personal administrativo se redujo en un 30% este año. Unos 150 ingenieros de Cariad serán destinados a la nueva empresa conjunta entre Volswagen y Rivian, indicó a la AFP un portavoz de Cariad.
Ciertos servicios siguen siendo responsabilidad suya, como el desarrollo del infoentretenimiento o la conducción automatizada en colaboración con proveedores como Bosch y Mobile-Eye.
En China, 300 desarrolladores de Cariad China seguirán desarrollando la arquitectura de software china en colaboración con XPeng, el socio local del grupo.
/ATS
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