El fabricante de automóviles japonés Nissan anunció el jueves que eliminará 9.000 puestos de trabajo de su plantilla mundial, al tiempo que reducirá un 20% sus capacidades de producción en todo el mundo, sin especificar un calendario, para adaptarse a un claro deterioro de sus ventas.
La empresa cayó en números rojos de julio a septiembre, según unos resultados mucho peores de lo esperado publicados el jueves, y revisó a la baja sus previsiones para todo el ejercicio en curso.
“Ante la gravedad de la situación, Nissan está tomando medidas urgentes para mejorar sus resultados y crear una empresa más reactiva y resiliente, capaz de adaptarse rápidamente a la evolución del mercado”, señala el grupo en un comunicado de prensa.
Nissan sufrió una pérdida neta inesperada de 9.300 millones de yenes (56 millones de euros) en el segundo trimestre (julio-septiembre) de su ejercicio escalonado, contrariamente al beneficio neto de 49.000 millones de yenes esperado por el mercado, según el consenso establecido por Bloomberg.
Su volumen de negocios trimestral cayó a 2.986 mil millones de yenes (18 mil millones de euros), un 5% menos en un año, según sus resultados publicados el jueves, claramente por debajo de las expectativas, mientras que el beneficio de explotación fue la mitad de lo esperado por los analistas.
Como todos sus rivales japoneses y occidentales, Nissan sufre la desaceleración de las ventas mundiales de automóviles nuevos y una situación económica sombría.
Sus ventas se vieron especialmente afectadas en Estados Unidos, un mercado crucial para el grupo, donde vendió sólo 212.000 unidades en el período julio-septiembre, un 2,3% menos interanual.
Otro mercado clave en dificultades: China, donde sus ventas se desplomaron durante el mismo período un 13% en un año, hasta 172.000 unidades. También cayeron un 5,9% en Europa, hasta 80.000 vehículos vendidos.
Como resultado, Nissan ha revisado significativamente sus expectativas para todo su ejercicio financiero escalonado 2024-2025 que finalizará a finales del próximo marzo.
El grupo ahora pronostica ingresos anuales de 12,7 billones de yenes, frente a los 14 billones de yenes anteriores, casi sin cambios con respecto a 2023-2024. Espera un beneficio operativo de 150 mil millones de yenes, tres veces menos de lo que había previsto anteriormente.
Ya no se prevé ninguna previsión anual del beneficio neto: “se determinará en función de la evaluación continua de los costes generados por los esfuerzos de recuperación”, advirtió el director ejecutivo, Makoto Uchida, durante una conferencia.
“Nissan pretende reducir sus costes fijos en 300 mil millones de yenes con respecto al ejercicio 2024-2025 y sus costes variables en 100 mil millones de yenes, manteniendo al mismo tiempo un saludable flujo de caja libre”, especifica el grupo en su comunicado de prensa.
“Para lograr esto, Nissan reducirá su capacidad de producción global en un 20% y su fuerza laboral global en 9.000 personas, mientras implementa varias medidas para reducir los gastos de venta, generales y administrativos, los costos de los productos, racionalizar su cartera de “activos y priorizar los gastos de capital y inversiones en investigación”, explica.
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