Bajo el nombre de “Passport bros”, una comunidad de hombres de Estados Unidos y Europa promociona a Medellín como destino elegido para conquistar a mujeres “dóciles”, a riesgo de alimentar la trata de personas en la segunda ciudad de Colombia. “Passport bros: Guía para conseguir una mujer latina en Medellín”, dice una publicación de TikTok de Austin Abeyta. Con una amplia sonrisa y una gorra enroscada, da sus consejos a medio millón de seguidores.
En diferentes plataformas online, una fraternidad de hombres occidentales como él comparte buenos consejos para ponerse en contacto con mujeres en países lejanos. Se citan con frecuencia a Colombia, México, Brasil, Tailandia y Filipinas. Los expertos ven una “corriente de antifeminismo”, heterogénea y basada en estereotipos de género. “En Estados Unidos las mujeres son arrogantes, egoístas y exigentes”, afirma, en una fórmula con tintes misóginos, un miembro de esta comunidad en un foro de Reddit con más de 30.000 miembros.
Medellín, una ciudad de 2,6 millones de habitantes conocida en los años 90 por la violencia vinculada al narcotráfico, es ahora una escala imprescindible para el turismo de moda y los “nómadas digitales”. Con su animada vida nocturna y su prostitución legal, también se ha convertido en un punto de acceso para el turismo sexual mundial.
Masculinismo
“Vine a Medellín por lo que todos venimos a Medellín y de lo que nadie quiere hablar”, explica en inglés un joven desde la famosa Plaza Botero, junto al estadounidense Wilkens Fervil, en un video en Facebook. Wilkens Fervil, también conocido como “Passport Dog”, ofrece “visitas guiadas” para hombres en Colombia y promete en YouTube “visitar un club de striptease” y “encontrar chicas”. Contactado por la AFP, no respondió.
En esta comunidad heterogénea, algunos hermanos de Passport dicen que buscan una relación para “construir” una vida juntos, como Chase P. Taylor, fundador del sitio The Official Passport Bros. “El feminismo moderno ha producido una generación entera (…) de feminidad tóxica que ha transformado a los hombres en enemigos”, afirmó en una entrevista con la AFP en el podcast “Sur le fil”. “Literalmente provocó que los hombres dejaran de tener citas” en sus países y prefirieran a las mujeres en América Latina y Asia, donde “las educan para ser femeninas”, continúa Chase P. Taylor.
Francis Dupuis-Déri, profesor de la Universidad de Quebec en Montreal, especialista en movimientos masculinistas, ve en ellos un masculinismo “puro”, una “corriente de antifeminismo que dice que los hombres sufren a causa de las mujeres y de las feministas”. Algunos hermanos de Passport están asociados con el movimiento “incel” (abreviatura de “célibes involuntarios”), que “sienten resentimiento, rabia” por su situación y “culpan a las mujeres”, señala también la profesora Karen Holt de la Universidad Estatal de Michigan, que estudia la misoginia. comunidades en línea.
Estereotipos de género
La representación de las mujeres latinoamericanas como “más dóciles, más femeninas” se basa en “estereotipos” y “permite que florezca la trata de personas y la explotación sexual”, lamenta Danitza Marentes, directora de Valientes Colombia, una organización que ayuda a las víctimas de trata en Medellín. Esto también “aumenta la vulnerabilidad” de estas mujeres, cree.
Aunque la prostitución es legal en Colombia, “cualquier forma de proxenetismo es un delito”, recuerda el secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa. Según él, las autoridades están vigilando “los grupos en línea que claramente fomentan” el turismo sexual. Sin embargo, el ayuntamiento aún no ha establecido un vínculo entre la reciente llegada de Passport Bros y la agresión sexual o la trata de personas.
En abril, el ayuntamiento decidió limitar la prostitución en un puñado de calles turísticas, después de que un estadounidense de 36 años fuera sorprendido por la policía en su habitación de hotel en compañía de dos adolescentes de 12 y 13 años. En el procedimiento el hombre fue liberado, lo que generó indignación. En 2024, catorce extranjeros fueron detenidos en Medellín por agresión sexual a menores, según la policía.
Para Paula Valencia, profesora de la Universidad de Medellín, estos casos tocan una fibra sensible en la ciudad natal del ex narco Pablo Escobar, marcada por la “narcocultura”. Dentro del temido cartel de Medellín, “la trata de jóvenes vírgenes era una práctica común”, explica. Una docena de organizaciones heredadas del cartel controlan ahora las redes de prostitución de la ciudad. “Los turistas son bienvenidos, sus inversiones son bienvenidas, pero no nos interesan los dólares manchados de sangre”, advierte Manuel Villa.
(afp/er)