Las finanzas públicas de Francia están tambaleándose y Éric Lombard, nuevo ministro de Economía, parece decidido a cambiar la situación. ¿Su plan? Un enfoque audaz para recuperar 2.000 millones de euros a partir del primer semestre de 2025. Pero esta jugada de póquer fiscal corre el riesgo de alimentar el debate y provocar agitación jurídica. Una mirada entre bastidores a una maniobra tan ingeniosa como controvertida.
El rompecabezas fiscal: entre déficit y nuevas medidas
El gobierno se enfrenta a un impasse presupuestario. Con un déficit público cercano al 6% del PIB, el margen de maniobra es limitado. Las medidas propuestas por el predecesor de Lombard, Michel Barnier, aunque ambiciosas, no pudieron votarse a tiempo. Entre ellos, un tipo impositivo mínimo del 20% para rentas altas y un aumento del impuesto único del 30 al 33%. Tantos miles de millones que podrían haber llenado las arcas pero que seguirán fuera del alcance de los ingresos de 2024.
Ante este déficit, Lombard sale con una carta inesperada: aplicar aumentos de impuestos a los ingresos de 2025al tiempo que solicita un depósito basado en las declaraciones de impuestos de 2024. Un truco que podría dar grandes frutos, pero que plantea una pregunta crucial: ¿dónde termina la creatividad fiscal y dónde comienza la ilegalidad?
Un pago de impuestos sin precedentes: ¿innovación o retroactividad encubierta?
La idea central del plan se basa en un pago inicial impuesto a los contribuyentes más ricos. Se les exigiría pagar, a partir de 2025, un anticipo calculado sobre sus ingresos declarados en 2024. En teoría, los pagos excesivos se reembolsarían posteriormente, pero este enfoque se acerca peligrosamente a la línea roja de la retroactividad fiscal.
Algunos abogados creen que la operación podría realizarse legalmente, gracias a la promesa de reembolso. Sin embargo, no existe un precedente claro. Si se tomara el control del Consejo Constitucional, la estructura podría volcarse. La pregunta es simple: ¿es la estrategia de Eric Lombard un golpe de genialidad fiscal o un engaño político condenado al fracaso?
¿Cuáles son los contribuyentes afectados en riesgo?
Para los contribuyentes afectados, principalmente aquellos que ganan más de 250.000 euros al año para una sola persona o 500.000 euros para una pareja, lo que está en juego es enorme. No sólo verán aumentar significativamente sus impuestos, sino que también tendrán que adelantar una suma sustancial sin garantía inmediata. Una doble sanción que podría reforzar su desconfianza en la administración tributaria.
Por otro lado, el Estado podría recuperar rápidamente liquidez para calmar los mercados y reducir el déficit. Sin embargo, esta solución a corto plazo podría resultar contraproducente para el gobierno si el descontento popular o un veto legal lo comprometen todo.
mi opinion clara
Lo que Lombard propone es nada más y nada menos que una partida de póquer con nuestros impuestos como fichas. Si el objetivo es loable –reducir un déficit galopante–, el método sigue siendo cuestionable. ¿Será realmente ejerciendo más presión sobre las rentas altas como resolveremos el problema fundamental de las finanzas públicas? ¿O es este “genio fiscal” sólo una cortina de humo para ocultar la falta de reformas estructurales?
Porque la transparencia fiscal nos concierne a todos, comparta este artículo con sus seres queridos y debata sobre estas medidas que podrían cambiar la situación en 2025. Analicemos juntos este engaño que bien podría redistribuir las cartas… o quemarlas.
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