Fin del fact-checking en las redes sociales Meta, traslado de sus moderadores a Texas, ¿es Mark Zuckerberg el nuevo Elon Musk? En un vídeo publicado en sus redes sociales, el fundador de Meta anunció la nueva línea de Facebook, Instagram y Threads, insistiendo en una “vuelta a lo básico” priorizando sobre todo la “libertad de expresión”. Una retórica inspirada en la de Donald Trump y Elon Musk, propietario de X.
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Para Nikos Smyrnaois, profesor de investigación de la Universidad de Toulouse III y especialista digital, es evidente que el fundador de Facebook no ha perdido todos sus valores. “Sabemos que recibió presiones de Brendan Carr, nuevo presidente de la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones), pidiéndole que se alineara con las posiciones trumpistas”. Lo que parece una guerra personal de Donald Trump es sobre todo un símbolo de un deslizamiento hacia la extrema derecha en todo Silicon Valley.
Musk y sus dobles
Sin embargo, la cuna de la tecnología, como California, es históricamente democrática, como explica Nikos Smyrnaois: “Silicon Valley nació de una mezcla entre el movimiento hippie y la aparición de Internet. Los estadounidenses son más abiertos respecto de la moral, pero también se oponen al control estatal. Libertarismo absoluto, pero que puede ser un fermento para el libertarismo autoritario”. Una tendencia defendida a medias por Donald Trump, odiado durante mucho tiempo por el mundo tecnológico. Sólo Peter Thiel, fundador de Palantir, lo apoyó en 2016.
“Fue Elon Musk quien popularizó el apoyo a Donald Trump” compartiendo masivamente teorías racistas, xenófobas y anti-LGBT en su red social X y llamando a luchar contra el “wokismo”.
Abriendo la puerta a otros grandes jefes, a Elon Musk se une hoy la mayoría de Silicon Valley, que apoya públicamente e incluso financieramente al nuevo presidente electo. Tim Cook, director de Apple, según el medio Axios tenía previsto donar 1 millón de dólares para la organización de la toma de posesión de Donald Trump, al igual que Sam Altman, que dirige Open Ai. Empresas como Meta, de Mark Zuckerberg, o Amazon, de Jeff Bezos, también han anunciado donaciones similares.
¿Más anti-Biden que pro-Trump?
Una celebridad repentina que sorprende incluso al propio interesado: “Durante mi primer mandato, todos se pelearon conmigo. Hoy todos quieren ser mis amigos. No lo sé, tal vez mi personalidad haya cambiado”, dijo tras su elección. Lo que ha cambiado para el investigador Nikos Smyrnaios es el contexto: “Las empresas tecnológicas no apreciaron el mandato de Joe Biden, que les hizo comprender que sus empresas debían respetar las mismas reglas que las demás”.
Más anti-Biden que pro-Trump Ka Silicon Valley consideraba al presidente demócrata “anticapitalista” y “antiprogreso”, buscando romper los monopolios de estas empresas en el mercado estadounidense. El gobierno de Biden no habría sido lo suficientemente abierto a los desarrollos de la IA y las criptomonedas, consideradas por estos empresarios como revoluciones tecnológicas que Estados Unidos no puede dejar pasar.
Así que, aunque no todos estos magnates de la tecnología sean los mayores seguidores de Trump, prefirieron priorizar la libertad prometida por el republicano sobre el conflicto prometido por los demócratas.
Trump, el ex paria que se ha vuelto imprescindible
Más allá del cambio ideológico de algunos, se trata sobre todo de un giro oportunista destinado a ganarse el favor del futuro gobierno, en un momento de expansión tecnológica masiva. No estar restringido por el gobierno se convierte en el objetivo final de estas empresas y sus líderes. “Donald Trump tiene tanto la zanahoria como el palo. Por un lado, amenaza con sanciones a quienes no lo sigan, pero promete a otros nuevos mercados, precios preferenciales, en una industria que depende enormemente del apoyo federal.
Hoy en día, casi todo el mundo se ha alineado detrás del nuevo presidente, voluntariamente o por la fuerza, lo que no dejará de tener consecuencias para la sociedad estadounidense. “Estas personas controlan industrias enormes”, continúa Nikos Smyrnaios, “están en el corazón del aparato productivo global”.
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“También controlan el espacio digital y ya lo están utilizando para promover contenidos reaccionarios. Estos jefes son ellos mismos grandes influyentes”. En la inminente guerra comercial entre Estados Unidos y Europa, Donald Trump podrá contar con las mayores fortunas estadounidenses y sus empresas.
