Durante décadas, Argelia ha sido vista como un actor clave en el mercado energético mundial, particularmente en lo que respecta al gas natural y el petróleo. Sin embargo, una dinámica compleja vinculada a limitaciones geológicas, económicas y políticas ha cambiado radicalmente la situación de este país.
La situación actual, marcada por capacidades de producción estancadas y un consumo interno creciente, plantea dilemas críticos para el régimen de Argel y sus perspectivas económicas.
El incidente geológico de 2015: el punto de inflexión
En 2015, Argelia sufrió un importante incidente geológico en sus yacimientos de gas, que provocó una caída repentina de su capacidad de producción. Este acontecimiento tuvo repercusiones inmediatas en la capacidad del país para cumplir sus compromisos de exportación, particularmente en el marco de contratos a largo plazo con Europa. El envejecimiento de la infraestructura y el agotamiento natural de los depósitos, combinados con la falta de inversión en exploración y explotación, han exacerbado esta situación.
Leer también | Argelia bajo Tebboune: ¿un país en guerra consigo mismo?
A pesar de las oportunidades que ofrece la crisis energética europea, amplificada por el boicot al gas ruso tras el conflicto en Ucrania, Argelia no ha podido llenar el vacío dejado por Moscú. Las limitadas capacidades de producción, sumadas al constante aumento del consumo interno, han restringido su capacidad para satisfacer la creciente demanda de sus socios europeos.
Un dilema energético nacional: exportación versus consumo interno
El régimen argelino enfrenta una elección difícil: favorecer el consumo interno para satisfacer las necesidades de una población en rápido crecimiento o mantener sus exportaciones para garantizar el ingreso de divisas. La demanda interna de gas natural se ha disparado, en particular debido a los enormes subsidios.
Leer también | Conflicto del Sáhara: 10 reveses diplomáticos aíslan a Argelia y hacen sonar la sentencia de muerte para su protegido
En este contexto, el gas natural, que alguna vez fue un activo estratégico para las exportaciones, es cada vez más absorbido por el mercado interno. Esto provoca una reducción de la oferta disponible para los clientes extranjeros, lo que dificulta aún más la competitividad de Argelia en el mercado internacional, donde nuevos actores como Estados Unidos y Qatar están ganando cuota de mercado.
Energías renovables, un desafío colosal
Para responder a estos desafíos, Argelia anunció un plan destinado a integrar 15 gigavatios de energía renovable en su mix energético de aquí a 2030. Este proyecto, que pretende principalmente liberar parte del gas natural utilizado para la producción de electricidad para destinarlo a exportaciones, se basa en el desarrollo de la energía solar, abundante en el Magreb.
Leer también | Un ex ministro argelino pide a los militares que abandonen su política sobre el Sáhara marroquí [Vidéo]
Sin embargo, varios obstáculos dificultan la consecución de este objetivo. Los proyectos avanzan a un ritmo lento y los procedimientos de adjudicación de contratos carecen de transparencia y eficiencia. Las fallas institucionales, la falta de habilidades locales y las incertidumbres económicas comprometen seriamente la implementación de este plan. Actualmente, Argelia está lejos de alcanzar los objetivos que se propuso en materia de transición energética.
El sector petrolero en decadencia: otra faceta de la crisis
El sector petrolero, pilar histórico de la economía argelina, también atraviesa un período de estancamiento prolongado. El pico de producción se alcanzó en 2012 y, desde entonces, los volúmenes extraídos han disminuido constantemente, manteniéndose apenas por encima de 1 millón de barriles por día. Los repetidos anuncios de nuevos descubrimientos de petróleo, a menudo presentados como grandes éxitos, no han sido suficientes para enmascarar la realidad: estos descubrimientos son limitados y no compensan el declive de los yacimientos maduros.
Leer también | Abusos de influencers argelinos en Francia: entre la crisis diplomática y los intentos de desestabilización
Además, las grandes empresas internacionales, antes atraídas por las perspectivas argelinas, ahora muestran poco interés en este mercado. A pesar de que los contratos se consideran atractivos, la complejidad regulatoria, la inestabilidad política y la competencia de otras regiones petroleras más lucrativas han ayudado a alejar a los inversores.
Perspectivas limitadas a pesar del potencial subexplotado
La incapacidad de Argelia para aprovechar las oportunidades que ofrece la crisis energética europea pone de relieve los límites de su estrategia energética. La excesiva dependencia de los hidrocarburos, combinada con una escasa diversificación económica, coloca al país en una situación vulnerable. Si bien el desarrollo de las energías renovables representa un camino prometedor, su implementación requiere profundas reformas estructurales, un fuerte compromiso político y la movilización de recursos financieros y humanos. Condiciones que el régimen de Argel, hoy presa de la ira popular y las protestas juveniles, no puede desplegar.
