Australia está “muy preocupada” por la decisión de Meta de cesar sus operaciones de verificación de datos para Facebook e Instagram en Estados Unidos, dijo el jueves el ministro de Finanzas, Jim Chalmers.
Australia, que es uno de los países a la vanguardia en la regulación de los gigantes tecnológicos, está preocupada por el impacto de la desinformación en las redes sociales, explicó.
“La desinformación es muy peligrosa y la hemos visto explotar en los últimos años”, dijo Chalmers a la emisora nacional ABC.
“Este es un acontecimiento muy perjudicial, que daña nuestra democracia. Puede ser perjudicial para la salud mental de las personas recibir información errónea en las redes sociales y por eso, por supuesto, nos preocupa este tema”.
El grupo de Mark Zuckerberg anunció el martes que pondría fin a su programa de verificación de datos en Estados Unidos y lo reemplazaría con un sistema de notas de contexto, similar al utilizado por X.
El anuncio de Meta se produce cuando los republicanos estadounidenses y el propietario de la red social rival X, Elon Musk, se han quejado repetidamente de los programas de verificación de datos, que comparan con la “censura”.
El Gobierno está invirtiendo en proveedores de noticias australianos confiables, como la emisora pública ABC y la agencia nacional de noticias AAP, para garantizar que la gente tenga fuentes confiables de información, dijo Chalmers.
La desinformación y la desinformación se han convertido en “un componente cada vez más importante de nuestros medios, particularmente de nuestras redes sociales”, dijo el ministro. Australia a menudo ha irritado a los gigantes digitales, en particular a X, por sus esfuerzos por restringir la difusión de información falsa o contenido considerado peligroso.
A fines del año pasado, el país aprobó nuevas leyes destinadas a prohibir que los menores de 16 años se registren en plataformas de redes sociales. Pero en noviembre el gobierno tuvo que abandonar sus planes de multar a las empresas de redes sociales si no logran frenar la difusión de información errónea.
El primer ministro Anthony Albanese subrayó el miércoles que su mensaje a las redes sociales fue que “tienen una responsabilidad social y deben asumirla”. Confirmó que el gobierno tenía la intención de implementar la prohibición de las redes sociales para los jóvenes.
La ONG australiana de derechos digitales Digital Rights Watch afirmó que Meta había tomado una “muy mala decisión”, acusándolo de haber cedido a las exigencias del presidente electo Donald Trump.
La organización australiana de verificación de datos AAP FactCheck dijo que su contrato con Meta en Australia, Nueva Zelanda y el Pacífico no se vio afectado por la decisión del grupo en Estados Unidos.
La AFP colabora actualmente en 26 idiomas con el programa de verificación de datos de Facebook, en virtud del cual Facebook paga por utilizar verificaciones de datos de unas 80 organizaciones de todo el mundo en la plataforma, así como en WhatsApp e Instagram.
