Este lunes 23 de diciembre tuvo lugar la presentación del informe 2024 del Observatorio Marroquí de TPME (OMTPME), por parte de Amal Idrissi, directora del Observatorio, que continúa y perfecciona su análisis del tejido productivo marroquí. Esta quinta edición destaca los logros del año pasado y las perspectivas para 2025, al tiempo que ofrece una mirada analítica a los desafíos futuros. Idrissi destacó que este informe refleja “un enfoque riguroso basado en datos actualizados y confiables, obtenidos a través de una mayor colaboración con varios socios”.
Un plan estratégico en tres ejes
La presentación de Idrissi comenzó con un recordatorio del plan estratégico 2024-2026. Este plan se basa en tres ejes principales. El primero se refiere a la recopilación, confiabilidad y análisis de datos. Su objetivo es mejorar los sistemas de recopilación y procesamiento de información para garantizar su exactitud y relevancia. El segundo eje se refiere al fortalecimiento de las capacidades organizativas. Este componente tiene como objetivo dotar al Observatorio de las habilidades y herramientas necesarias para cumplir sus misiones de manera efectiva. Finalmente, el tercer eje está dedicado a la comunicación, la cooperación y la sensibilización, con el fin de aumentar la visibilidad del Observatorio y fortalecer sus alianzas a nivel nacional e internacional. Según la Sra. Idrissi, “el compromiso en estos tres ejes estratégicos es crucial para garantizar una mejor comprensión de la dinámica económica y proporcionar a los responsables de la toma de decisiones bases sólidas para sus políticas”.
Progreso en 2024
Los avances registrados por el Observatorio en 2024 se refieren a varios aspectos. En términos de gestión de datos, Idrissi explicó que el Observatorio ha logrado avances significativos en el procesamiento de datos. “Hemos trabajado para reducir los tiempos de recopilación y procesamiento, en particular a través de una asociación fortalecida con nuestros proveedores de datos”, dijo. Así, los datos de 2023 sobre demografía y economía se integraron más rápidamente que en años anteriores, lo que permitió realizar análisis más recientes y relevantes.
En colaboración con entidades como la CNSS y la ADGI, el Observatorio continuó la automatización de indicadores demográficos y económicos, así como la explotación de series de datos sobre el empleo femenino. Estos esfuerzos han permitido hacer más fiables y enriquecedoras las bases de datos disponibles, al tiempo que se introducen indicadores innovadores como el índice de concentración sectorial, en colaboración con la OCDE.
En el año 2024 también se publicaron varios informes clave. El informe anual, de la cual esta es la quinta edición, cubre la evolución de 2022 y 2023 comparando los períodos antes y después de la pandemia de Covid-19. Además, se han publicado informes regionales para nueve de las doce regiones marroquíes, y está previsto un proyecto piloto para 2025 que incluya las regiones del sur. Finalmente, un informe sobre la productividad de las empresas privadas, elaborado conjuntamente con el Banco Mundial, explora en profundidad la dinámica microeconómica del sector privado.
En cuanto a los métodos de trabajo, el uso de tecnologías avanzadas, como el aprendizaje automático, ha permitido avances notables. “Desarrollamos un algoritmo de identificación de género que aumentó nuestra precisión en el análisis del emprendimiento femenino”, dijo la Sra. Idrissi. Al mismo tiempo, la formación especializada, especialmente en colaboración con el Banco Mundial, ha fortalecido las capacidades de los equipos.
Análisis en profundidad de los resultados de 2024
El informe detalla los resultados obtenidos en varios aspectos esenciales. Entre 2017 y 2023, el número de empresas aumentó un 6% anual en promedio. Sin embargo, este ritmo se desaceleró al 3,3% en 2022-2023. Idrissi señaló que “las microempresas siguen siendo predominantes, con un 86,7% del total, aunque su progreso se ha ralentizado en los últimos años”. A nivel regional, Casablanca sigue dominando el tejido productivo con el 38% de las empresas, aunque esta proporción es inferior respecto a 2017. Al mismo tiempo, regiones como Tánger-Tetuán-Alhucemas muestran una dinámica positiva, lo que refleja una ligera desconcentración de la actividad económica.
Después de una caída en 2020, los ingresos generales se recuperaron en 2021 y alcanzaron un crecimiento del 6% en 2023, volviendo a los niveles anteriores a la pandemia. Idrissi subrayó que “esta recuperación refleja la resiliencia del tejido productivo marroquí, aunque las grandes empresas se han beneficiado más de esta dinámica”. Su participación en la facturación aumentó del 63% en 2017 al 66% en 2021.
En términos de financiación, 149.000 empresas accedieron a préstamos bancarios en 2024, lo que representa un importe pendiente total de 622.000 millones de DH. La señora Idrissi precisó que “las pequeñas empresas se benefician de una parte importante de estos créditos, pero las grandes empresas siguen captando una proporción dominante de los fondos disponibles”.
En términos de empleo, las empresas afiliadas a la CNSS vieron aumentar su fuerza laboral un 8% anual entre 2016 y 2023. Sin embargo, esta progresión se desaceleró después de la pandemia, con una tasa del 7%. El empleo en el sector terciario está en auge, aumentando del 62% al 67% del empleo total.
Respecto a un tema muy delicado, como son las quiebras empresariales, Idrissi llamó la atención sobre un aumento significativo de las disoluciones en los últimos años. Explicó que “si bien la tasa de variación anual de las disoluciones era del 2% antes de la crisis del Covid-19, saltó al 11% entre 2021 y 2023, lo que refleja el impacto prolongado de las sucesivas crisis en el tejido económico”. Esta tendencia es aún más marcada entre las empresas de menos de cinco años, cuya tasa de disolución aumentó del 2% al 17% durante el mismo período. Idrissi señaló que esta dinámica afecta principalmente a los sectores más vulnerables, como la restauración y los servicios, aunque destacó que una parte de las empresas oficialmente activas permanecen en realidad inactivas. Concluyó diciendo que “estas cifras ilustran la urgente necesidad de fortalecer el apoyo a las empresas más frágiles para permitirles superar las crisis”. Cabe señalar también que casi el 8% de las empresas están identificadas como “inactivas”, sin actividad durante dos años consecutivos, pero que no han realizado los procedimientos administrativos vinculados a la quiebra, por lo que no se cuentan en estos fallos…
En cuanto al empleo femenino y el espíritu empresarial, la Sra. Idrissi expresó su preocupación por la baja participación de las mujeres en estas áreas. Subrayó que “las mujeres representan sólo el 33% de los empleados declarados, cifra que no ha aumentado desde 2019, lo que refleja obstáculos persistentes a su integración”. Asimismo, el emprendimiento femenino, que sólo constituye el 15% del total de empresas, lleva varios años estancado. Idrissi explicó que esta situación está relacionada con factores estructurales, incluidas las dificultades para acceder a la financiación y la falta de apoyo adaptado a las necesidades específicas de las mujeres empresarias. Añadió que “se necesitan más esfuerzos para superar estos obstáculos y promover una participación más equitativa en el tejido económico”.
Retos y perspectivas para 2025
Para el año 2025, Idrissi presentó varias prioridades estratégicas. Ampliar la cobertura regional es un objetivo importante, con una integración planificada de las regiones del sur a través de recopilaciones de datos más representativas. Al mismo tiempo, se llevarán a cabo estudios más granulares para analizar la dinámica sectorial y evaluar el impacto de las políticas públicas. Finalmente, el Observatorio continuará fortaleciendo sus colaboraciones internacionales con instituciones como la OCDE y el Banco Mundial para alinearse con las mejores prácticas globales.
Idrissi concluyó afirmando que “el Observatorio sigue decidido a proporcionar datos fiables y análisis pertinentes para apoyar a los responsables de la toma de decisiones en sus elecciones estratégicas”.
Selim Benabdelkhalek
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