Política monetaria, ¿está haciendo el BCE lo suficiente? – 16/12/2024 a las 08:31

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Christine Lagarde, presidenta del BCE. (crédito: BCE)

Antes de la FED, cuya decisión sobre los tipos de interés se espera para el miércoles 18 de diciembre, el BCE redujo su tipo principal en 25 puntos básicos, hasta el 3%. Para Christian de Boissieu, el Banco Central Europeo está mostrando una cautela excesiva ante el degradado contexto económico.

El BCE acaba de volver a bajar sus tipos de interés, la tercera vez desde junio pasado. Así, la tasa de facilidades de depósito, principal referencia del banco central –que representa la tasa utilizada sobre los excedentes de reservas de los bancos de la zona– aumentó durante el período del 4% al 3%.

Pocos analistas critican al BCE por hacer demasiado. La desaceleración de la inflación y el crecimiento justifica esta relajación de las tasas, después de su repentino aumento ante la aceleración de la inflación durante el período 2021-2023. En los últimos meses, el BCE ha respetado la letra y el espíritu del mandato que le confiaron los Tratados: contribuir a la política económica general una vez que se hayan alcanzado y garantizado los objetivos principales de la política monetaria, a saber, la estabilidad monetaria y la estabilidad financiera.

El debate es diferente. Con un incremento de 0,25 (25 puntos básicos) la semana pasada, ¿está haciendo el BCE lo suficiente? Puede justificar el gradualismo de su política, y por tanto su prudencia, mediante varios argumentos que reflejan la implementación de una especie de principio de precaución por parte del banco central. En primer lugar, aún no se ha ganado la lucha contra la inflación. Dadas las elevadas tensiones geopolíticas, seguimos a merced de un nuevo shock energético. Además, ciertos sectores y ciertas ocupaciones bajo presión han experimentado aumentos significativos en los salarios nominales y reales, y la inflación en los servicios está resistiendo la desaceleración.

En segundo lugar, incluso si el BCE no fija un objetivo para el tipo de cambio del euro, sigue su evolución. El dólar ha ganado terreno en las últimas semanas, con la elección de Donald Trump. Sin olvidar que el tipo clave de la Reserva Federal (el tipo de los fondos federales) es superior al tipo de la facilidad de depósito en la zona del euro, y seguirá siéndolo incluso si la Reserva Federal decide esta semana volver a bajarlo. Sin duda, el BCE se inclina por no provocar una caída demasiado significativa del euro frente al dólar, lo que complicaría la lucha contra la inflación.

La cautela del BCE también puede explicarse por la persistencia de déficits públicos excesivos, en Francia, por supuesto, pero no sólo. Incluso si la mala situación económica exige una “combinación de políticas” suficientemente amplia (moneda, presupuesto), hay umbrales que no deben superarse.

Durante la rueda de prensa del jueves pasado, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, mencionó el debate en el Consejo de Gobierno sobre un salto de 50 puntos básicos (el tipo de la facilidad de depósito volvió entonces al 2,75%). Un debate que, finalmente, se saldó con una decisión unánime a favor de 25 puntos básicos.

A pesar de los argumentos anteriores, la cautela del BCE parece excesiva mientras la economía de la zona del euro está tambaleándose. Dados los plazos para la acción de política monetaria, generalmente más de un año para que una relajación de los tipos produzca todos sus efectos, es ahora, y no dentro de seis meses, cuando el BCE, ahora tranquilo porque su objetivo del 2% La inflación anual tiene todas las posibilidades de alcanzarse, debe contribuir a la reactivación de la actividad (consumo e inversión) y del empleo. Así que un salto de 50 puntos básicos la semana pasada hubiera sido mejor.

Los funcionarios del BCE han sugerido que habrá nuevas reducciones en las tasas clave en 2025, sin especificar el calendario ni el alcance. Sabia precaución: el banco central debe ser pragmático, debe poder reaccionar a las informaciones más recientes sobre la inflación, la actividad y el empleo, la salud de los bancos… ¿Qué tan rápido volver el año que viene al tipo de interés “neutral”? ? Esta tasa no es observable. Representa el equilibrio y el punto de inflexión entre una política monetaria expansiva y una política restrictiva. Calculado a partir de consideraciones teóricas y modelos, da lugar a estimaciones necesariamente aproximadas. El BCE lo sitúa en un amplio rango, entre el 1,7% y el 2,5%. La Reserva Federal habla de un tipo de interés en torno al 3% para Estados Unidos.

Para la zona del euro, un tipo neutral en torno al 2% tiene un doble significado: 1/ Indica que todavía quedan aproximadamente 100 puntos básicos para que el BCE lo alcance en 2025, en dos o tres movimientos. Pero, si la situación económica en la zona del euro flaquea mientras la inflación permanece bajo control, nada impide que el BCE fije el tipo de las facilidades de depósito por debajo del tipo neutral durante algún tiempo. 2/ Con una inflación cercana al 2% anual, una tasa neutral del 2% corresponde a una tasa real de corto plazo (sin inflación) cercana al 0%. Una observación que permite evitar confusiones frecuentes hoy en día: este tipo neutro es muy diferente del tipo de interés “natural” (por ejemplo, entre el economista sueco Knut Wicksell a principios del siglo XX) que garantiza el ajuste entre los ahorros y e inversión. ¡Cuidemos de las comparaciones y asimilaciones demasiado rápidas!

Christian de Boissieu

vicepresidente del Círculo de Economistas

Profesor Emérito de la Universidad de París I Panthéon-Sorbonne

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