Nótese que si tomamos el sector promedio bruto, la brecha es aún mayor. Para los funcionarios, esto equivale a 5.445 euros, o un 28,7% más que en 2020. Para los del sector privado, el salario es de 4.355 euros, o un 12,9% más que hace cuatro años. Esto se debe en parte a que el salario medio es el promedio de todos los salarios, lo que lo hace sensible a valores extremos, como los salarios más altos de los altos funcionarios públicos. El salario mediano, por otro lado, es el salario que divide a la población en dos. En este caso concreto, por tanto, hay la mitad de los funcionarios que ganan más de 4.842 euros brutos.
Ventajas y ascenso en el ranking
Pero el atractivo del sector público no termina ahí. Además de una remuneración competitiva, los funcionarios públicos se benefician de una media de 10 días adicionales de licencia al año en comparación con los empleados del sector privado. A esto se suma la casi imposibilidad de despido, lo que completa el cuadro de ventajas. Por lo tanto, el gobierno parece ofrecer estabilidad y beneficios que pocos empleadores privados pueden igualar.
¿Nuestros salarios pronto se pagarán en tiempo real?
Como resultado, el sector público se encuentra ahora entre los tres sectores mejor pagados del país, justo detrás de la industria farmacéutica y química, así como del sector energético. Está superando a incondicionales históricos como bancos, compañías de seguros y empresas de tecnología. Hace sólo dos años ocupaba el quinto lugar.
Cabe señalar, sin embargo, que en la metodología del Barómetro Jobat no se tuvieron en cuenta los salarios brutos inferiores a 900 euros y superiores a 20.000 euros. Esto corresponde a 1.100 registros eliminados de los casi 12.000 utilizados para recopilar los datos. Esto tiene como consecuencia excluir a los salarios más altos, tanto de las empresas públicas como de las privadas. Queda por ver si estos altos salarios están más presentes en el sector privado…