(Londres) No más verde inglés y motor de combustión interna, bienvenidos al rosa y lo eléctrico: el venerable fabricante británico de automóviles de lujo Jaguar ha dado un giro de 180 grados para llegar a una clientela más rica, atrayendo críticas a veces violentas.
Publicado a las 7:05 a. m.
Actualizado a las 9:56 a.m.
Clemente ZAMPA
Agencia France-Presse
Al presentar el lunes en Miami un reluciente concept car eléctrico en un llamativo color rosa, en clara ruptura con sus fundamentos tradicionales, la marca esperaba sorprender.
Misión cumplida: el fabricante, propiedad de la india Tata Motors, vuelve a ser noticia. Y su reposicionamiento desde mediados de noviembre hacia un estilo opulento y colorido está provocando un revuelo inesperado, no siempre para bien.
“Queremos ser audaces y disruptivos”, explicó el martes el director general del fabricante, Rawdon Glover, en una entrevista para Sky News. “En las últimas dos semanas se ha hablado más de Jaguar que, Dios mío, en mucho tiempo. »
Además del color, esta criticada renovación incluye también un logotipo modernizado con formas geométricas, así como un primer clip publicitario que incluye modelos de todas las edades y procedencias, vestidas con prendas amarillas, naranjas, rojas y rosas, sin un solo automóvil.
Los lemas: “crear lo exuberante”, “eliminar lo ordinario”, “no copiar nada”.
“Modelo Barbie”
Comentario irónico de Elon Musk –propietario del competidor Tesla– al anuncio publicado por Jaguar en X: “¿Vendes coches? »
“Predigo que Jaguar ahora irá a la quiebra. ¿Y sabes qué? Se lo merecen”, declaró en la misma cadena el líder del partido de extrema derecha Reform UK, Nigel Farage.
El Jaguar Type 00, el nuevo bólido rosa, que la compañía pretende convertir en símbolo de su radical reposicionamiento, con sus “formas atrevidas”, sus “proporciones exuberantes” y esta “silueta espectacular”, acabó acabando con los defensores del valora los diseños tradicionales de Jaguar.
Este “modelo Barbie” constituye “un desastre para una de las marcas más icónicas de Gran Bretaña”, comentó El telégrafo diario en un editorial del martes.
Otro objetivo del periódico conservador: la campaña publicitaria, “una celebración desperté de diversidad e inclusión”, considerada “una de las peores operaciones de marketing de todos los tiempos”.
“Queremos absolutamente un debate razonado; si se vuelve discriminatorio, no lo puedo tolerar”, respondió Rawdon Glover a los críticos, diciendo que quería “llevar a tantos como sea posible” de los fanáticos de la marca “en este viaje”, pero también “atraer a una nueva audiencia”.
“Exageración mediática”
Desde el punto de vista comercial, un reposicionamiento tan drástico es arriesgado, especialmente en un momento en el que las marcas buscan confiar en sus fundamentos y su historia.
El boicot lanzado el año pasado por los conservadores a la cerveza Bud Light en Estados Unidos tras una asociación con un influencer transgénero es sólo el ejemplo más reciente.
Pero con esta estrategia, el fabricante inglés pretende ascender y competir con Bentley y Rolls-Royce a partir de 2026, con una gama de vehículos 100% eléctricos con un precio de varias decenas de miles de euros.
“Jaguar quiere revolucionar el mercado y su grupo de compradores, apuntando a los conductores más ricos que en el pasado podrían haber optado por Porsche o Bentley”, explica Danni Hewson, analista de AJ Bell.
“Jaguar ha atraído la atención, y si puede persuadir a suficiente gente para que se sume a las expectativas, cuando el primero de sus nuevos modelos salga de la línea de producción, su estrategia será estudiada y potencialmente copiada en los años venideros”, explica Danni Hewson.
El concepto presentado el lunes debería servir de base para el nuevo modelo eléctrico de la marca, previsto para 2025.