Ya no es un secreto, las redes sociales han transformado radicalmente la forma en que obtenemos información. Hace unas décadas, el acceso a la información era limitado y centralizado. Los periódicos, la televisión, la radio y las revistas fueron las principales fuentes de contenidos, reguladas por editores y periodistas que verificaban los hechos antes de su difusión. difusióndifusión. Hoy en día, con el auge de plataformas sociales como Facebook, X, Instagram y TikTok, todos tienen la capacidad de publicar y compartir información fácilmente y rápidamente.
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Sin límites de tiempo ni de espacio, redes socialesredes sociales permitir así una democratización de la información, que se distribuye, en ocasiones, incluso antes que los medios tradicionales. El problema de esta inmediatez es la difusión de noticias falsas. La difusión deliberada o no de información falsa existe desde hace mucho tiempo, pero la era digital no ha hecho más que amplificar su alcance. Allá vitessevitesse a lo que estos noticias falsasnoticias falsas La propagación puede tener posteriormente consecuencias dramáticas. Un artículo erróneo o un vídeo manipulado puede alcanzar millones de visualizaciones en pocas horas e influir así en la opinión y el comportamiento públicos. Esto es también lo que pudimos experimentar durante la pandemiapandemia de COVID-19COVID-19.
Pero las redes sociales no son sólo un simple espacio para compartir información. Están diseñados para captar y mantener nuestra atención el mayor tiempo posible, en particular gracias a algoritmos programados para priorizar los contenidos que despiertan emociones fuertes. Gracias a este mecanismo o debido a él, usted comparte, da me gusta, comenta o reacciona al contenido que le atrae. Sin embargo, así es como se afianzan las noticias falsas: un vídeo impactante, un titular sensacionalista o una imagen falsa pueden circular rápidamente en las redes sociales gracias a herramientas y algoritmos de intercambio. Los avances en inteligencia artificial también han facilitado la creación de contenido engañoso. Se pueden hacer deepfakes, vídeos hiperrealistas, haciendo cada vez más difícil la distinción entre lo que es real y lo que no lo es. yoIowaIowa también permite la generación de texto e imágenes a escala, aumentando aún más la cantidad de contenido engañoso en circulación.
Noticias falsas: la red social X en dificultades
Un mundo sin desinformación parece poco realista hoy en día, dados los recientes avances tecnológicos. Sin embargo, el público parece seguir siendo sensible a la calidad de las noticias que recibe. Esto lo podemos ver con lo que está pasando con la red social. GorjeoGorjeo. Según las cifras de la plataforma, X contaba en el verano de 2024 con 250 millones de usuarios activos en todo el mundo. Desde que Elon Musk asumió el cargo de director general y, sobre todo, desde que invirtió plenamente en la campaña electoral de Donald Trump, la red está atravesando un período difícil. En tan solo un día, más de un millón de nuevos usuarios se unieron a Bluesky, una plataforma competidora. Algunos usuarios de Internet se están alejando de X.
Acusado de convertirse en un caldo de cultivo para desinformación, discursos de odio y propaganda, resonanciaresonancia para la extrema derecha. Como resultado, muchos académicos, políticos de izquierda, celebridades y periódicos, incluido The Guardian, han criticado la plataforma, calificándola de “tóxica”. Por tanto, la cuestión de la moderación se ha convertido en un importante punto de tensión. Bluesky, que se presenta como una alternativa a CEO, esta plataforma se abrió al público en febrero de 2023, pero tuvo dificultades para darse a conocer, especialmente fuera de Estados Unidos.
Bluesky: ¿una red social más segura que X?
Hoy las cosas han cambiado. Bluesky aboga por más espacio transparentetransparente para los usuarios. A diferencia de las plataformas centralizadas como X, la red social no está controlada por una única entidad. Esto deja una mayor libertad a los usuarios de Internet, pero también plantea desafíos para la gestión de la información, particularmente en lo que respecta a la desinformación. La falta de curación centralizada, como en otras redes sociales, puede dificultar la gestión de contenidos problemáticos. Sin embargo, Bluesky busca encontrar soluciones, como algoritmos de detección, verificación de fuentes y la creación de sistemas de reputación.
Mastodon: la red social que eclipsa a Twitter
Pero a diferencia de X, la plataforma te hace una promesa: ¡tendrás el control de lo que ves! Dependiendo de la plataforma, Bluesky permite a los usuarios personalizar su experiencia eligiendo servicios de moderación ofrecidos por la comunidad o creados por ellos mismos. También podrían controlar mejor las publicaciones que aparecen en sus noticias. ¡Al menos eso será una victoria!