Los nuevos esfuerzos de Andrea Orcel, jefe del gigante bancario italiano UniCredit, por una mayor consolidación del sector se enfrentan a una nueva ola de rechazo. Mientras el intento de adquisición del banco alemán Commerzbank lanzado a finales de septiembre y denunciado como hostil por Berlín está en suspenso, el grupo milanés tropieza ahora con el Banco BPM. El Banco BPM considera que la operación lanzada el lunes 25 de noviembre sobre el tercer grupo bancario italiano, una oferta pública de intercambio por valor de más de 10 mil millones de euros, no refleja ni su rentabilidad ni su potencial de creación de valor. También despertó una franca hostilidad por parte del gobierno italiano.
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“Somos un gran banco autónomo, un banco italiano que aspira a estar cerca de nuestras regiones y de las pequeñas y medianas empresas que constituyen la columna vertebral de nuestro país”declaró el miércoles el presidente y director general del Banco BPM, Giuseppe Castagna, en una carta dirigida a sus empleados y citada por la agencia Bloomberg. Según Castagna, 6.000 de los 20.000 empleados del grupo se verían amenazados por la reestructuración que implicaría la oferta de UniCredit. BPM también juzgó las condiciones de la operación realizada por su rival “absolutamente inusual”al no haber sido objeto de un acuerdo previo, y que la fusión haría perder al banco su autonomía jurídica y reduciría la competencia en el mercado italiano.
Las turbulencias provocadas por el nuevo intento de adquisición de Andrea Orcel confirman el intenso apetito de UniCredit por sus rivales y la voluntad de su director de ir directo al grano, aunque ello signifique sufrir las repercusiones de un enfoque especialmente agresivo. Orcel, de 61 años, que llegó a la dirección de UniCredit en 2021, tiene fama de negociador virtuoso. En su anterior puesto en el banco de inversiones Merrill Lynch, supervisó importantes fusiones en el sector financiero, incluida, en 1998, la que dio origen al grupo que hoy dirige y cuyo valor bursátil ha aumentado un 390% desde su llegada.
Un “banco extranjero”
A finales de septiembre, la sorpresiva adquisición del 9% del Commerzbank por parte de UniCredit, seguida del anuncio de una ampliación al 21% del capital, fue aclamada como la operación más espectacular conocida por las finanzas europeas desde la crisis financiera de 2008. la fusión con UniCredit también formaba parte de la lógica de consolidación del sector a escala continental solicitada por los ex presidentes del consejo italiano Mario Draghi y Enrico Letta, autores en nombre de la Comisión Europea, informes sobre competitividad y mercado único, respectivamente. Si la maniobra recibió el apoyo del Banco Central Europeo, suscitó una clara hostilidad por parte del gobierno alemán. Desde entonces, la operación ha estado paralizada.
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