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Yolande recibió de Auchan una medalla Gran Oro, como recompensa por sus cuarenta años de trabajo dentro de la empresa. Sin embargo, el día anterior este hombre de sesenta años fue despedido.
La recompensa tiene algo de amargo para Yolande Descamps. Después de 40 años de trabajo en Auchan, esta sexagenaria que trabajaba en la localidad de Roncq, cerca de Tourcoing (Norte), recibió una medalla de Gran Oro por los buenos y leales servicios prestados al distribuidor. A la interesada, sin embargo, le resulta difícil sonreír: el día antes de su partida, el pasado sábado 23 de noviembre, fue simplemente despedida, informan a nuestros compañeros de La Voz del Norte.
Su marcha no se debe al plan nacional de despidos presentado por la empresa hace unas semanas: de hecho, Auchan había anunciado unos 2.389 recortes de puestos de trabajo en el país. Yolande, reconocida como trabajadora discapacitada, cree que fue objeto de un “despido encubierto por incapacidad para trabajar”. El ex empleado sufrió desgaste durante un largo período antes de intentar regresar a la empresa, en un departamento administrativo. Pero los puestos que se le ofrecieron estaban lejos de ser adecuados para su discapacidad. El resto quedará en manos del tribunal laboral.
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Y luego una desafortunada coincidencia del calendario. Cada año, Auchan organiza una ceremonia de entrega de medallas: una distinción que se entrega a varios empleados elegidos por la dirección. Yolande tenía derecho a una entrevista antes de su despido… el día antes de las fiestas. Para el sexagenario la coincidencia fue un tanto extraña: por un lado era “gracias por tu inversión”, por el otro “gracias, adiós”.
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