La racha negra continúa en la industria alemana. El lunes 25 de noviembre, la filial siderúrgica de ThyssenKrupp anunció la eliminación de 11.000 puestos de trabajo de aquí a 2030, de los 27.000 de la siderúrgica del Ruhr, emblemática de la industria siderúrgica alemana desde sus orígenes. Este gran plan social se produce en un contexto de gran ola de destrucción de empleo industrial a lo largo del Rin, que afecta especialmente a la industria del automóvil, especialidad central del “made in Germany”.
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ThyssenKrupp Steel Europe (TKSE), en crisis desde hace una década, ha logrado hasta ahora limitar el alcance de las reducciones de plantilla. El plan presentado el lunes por la dirección representa una ruptura fundamental en la historia del grupo con una fuerte tradición social: hasta 2030 desaparecerán 5.000 puestos de trabajo en la producción y los servicios administrativos y una planta de producción deberá cerrar. Y se crearán otros 6.000 puestos “transferido” fuera de la empresa mediante medidas de subcontratación de servicios o venta de actividades, precisa el comunicado de prensa.
Estas cifras, propuestas para discusión con el sindicato IG Metall, aún están sujetas a cambios. Pero todo hace pensar que el 40% de la plantilla de una de las empresas más tradicionales “made in Germany” desaparecerá. TKSE pronostica una reducción masiva en las cantidades de acero producidas, de los actuales 11,5 millones de toneladas a 8,7 millones a 9 millones de toneladas por año para finales de la década.
Caída de la demanda europea
La gerencia especifica reaccionar ante “Cambios fundamentales y estructurales en el mercado siderúrgico europeo”ante el exceso de capacidad y “Crecientes importaciones de acero barato” de Asia. Este plan radical llega pocos meses después de la controvertida llegada del multimillonario Daniel Kretinsky, que entró en la siderúrgica en la primavera de 2024 con un 20% de las acciones, a través de su empresa EP Group, y que debería aumentar hasta el 50% del capital. capital. .
Este aumento de poder del empresario checo en la siderúrgica provocó en agosto varias dimisiones en la dirección. Con el apoyo del multimillonario, el grupo ha confirmado en cualquier caso sus compromisos con la transición energética. ThyssenKrupp, un auténtico mito industrial, recibió a finales de 2022 2.000 millones de euros en subvenciones de fondos federales y regionales para cambiar sus altos hornos al hidrógeno.
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