El reciente anuncio del uso de inteligencia artificial para mejorar las capacidades de los radares de última generación para “captar” cada vez más infracciones provocó la reacción de la Liga de Defensa de los Conductores, una asociación que representa a casi un millón de conductores en Francia. El LDC acaba de publicar un estudio sobre posibles abusos vinculados a las tecnologías (ubicación, cámara, etc.) denominado “Todos los fliqués”.
A lo largo de varios capítulos, la asociación repasa los peligros del coche conectado señalando los datos recogidos por cámaras y diversos sensores. Citando un estudio de la consultora KPMG, el LDC explica que interrogando al Can bus (sistema que permite comunicar varias unidades de control electrónico de los vehículos), es posible saber todo lo que está sucediendo: la ubicación, el nivel de combustible restante , si las puertas están cerradas o no, la distancia recorrida, etc. La lista de posibilidades es casi interminable. Actualmente hay 10,7 millones de coches conectados en circulación en Francia (228 millones en todo el mundo).
Tus datos valen oro
“Nuestra investigación reveló numerosos excesos, como la recopilación injustificada de datos por parte de los fabricantes de automóviles, la reventa de estos datos a terceras empresas sin que el propietario del vehículo sea informadoo incluso la falta de respeto a la vida privada. » El LDC cita en particular a Tesla, el grupo estadounidense General Motors, Nissan, pero también a las coreanas Hyundai y Kia, señaladas por la fundación Mozilla por sus debilidades en la protección de datos personales.
Es por este motivo que la LDC advierte a los automovilistas al firmar el contrato de compra de un coche nuevo en el que el fabricante solicita autorización para el tratamiento de sus datos de acuerdo con el reglamento GDPR (para regular mejor el tratamiento de datos), en vigor desde 2018. “Por lo tanto, usted ha dado su consentimiento para que se utilicen sus “datos” personales”, explica el LDC.
Según este informe, algunos expertos del sector creen que los datos del vehículo ya son más rentables que el propio coche. La Ley Europea de Datos (en francés, “Reglamento de Datos”), que entró en vigor a finales de enero de 2024, ratifica la posibilidad de que los usuarios de dispositivos conectados “accedan a los datos que han ayudado a crear”.
Los fabricantes, los únicos que tienen acceso directo a su información, ahora deben abrir sus servidores a otras empresas, a cambio de una “compensación razonable”. teniendo la obligación de respetar sus datos privados porque la Ley de Datos se centra en datos no personales y el RGPD se refiere a datos personales.