La Presidencia había propuesto fijar la contribución de los países desarrollados en 250 mil millones de dólares al año, pero esta propuesta fue rechazada por el grupo africano y criticada por las ONG.
Publicado el 22/11/2024 13:16
Actualizado el 22/11/2024 16:10
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Duodécimo y último día oficial de negociaciones y todavía no hay acuerdo. La conferencia de la ONU sobre el cambio climático en Bakú, Azerbaiyán, entró oficialmente en tiempo extra el viernes 22 de noviembre a las 6 p. m. (3 p. m. en París). Los negociadores de casi 200 países no están de acuerdo sobre el nuevo objetivo de financiación climática que los países desarrollados tendrán que proporcionar durante la próxima década a los países en desarrollo.
Unas horas antes, la presidencia azerbaiyana de la COP29 había propuesto fijar la contribución de los países desarrollados a la financiación climática de los países en desarrollo en 250.000 millones de dólares al año hasta 2035. En dos semanas de negociaciones, ésta fue la primera vez que se propuso formalmente una cifra en la cumbre. Esta cifra refleja la demanda de los países desarrollados, aclaró la presidencia de la COP29.
Pero esta cantidad fue rápidamente rechazada por varios partidos. “La propuesta” hecho por países desarrollados “Aportar 250 mil millones de dólares al año hasta 2035 es totalmente inaceptable e inadecuado para implementar el acuerdo de París”reaccionó inmediatamente el presidente del grupo africano en la COP29, el negociador keniano Ali Mohamed. “El mundo está ardiendo, no podemos esperar a recibir cacahuetes”criticó por su parte a Friederike Roder, de la ONG Global Citizen.
En consecuencia, la presidencia de la COP29 aseguró que estaba trabajando hacia una visión más objetiva “justo y ambicioso”. “Por supuesto, seguiremos discutiendo con las partes”. declarado El negociador jefe de Azerbaiyán, Yalchin Rafiev prometiendo hacer “ajustes finales”. Desde el inicio de las negociaciones, los países en desarrollo han solicitado cantidades diferentes, en particular “al menos 500 mil millones de dólares por año de un grupo compuesto por 134 países, incluida China.
Los países pobres utilizan el dinero del financiamiento climático para invertir en energía baja en carbono y adaptar sus economías a un clima más destructivo, por ejemplo invirtiendo en irrigación o adaptando ciudades a inundaciones más frecuentes.
La Unión Europea, el mayor contribuyente del mundo a la financiación climática, no ha revelado públicamente la cantidad que está dispuesta a comprometer. A cambio, requiere avances en otras áreas, en particular en la continuación de las acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que encuentra la resistencia del grupo árabe que se opone a cualquier objetivo sobre los combustibles fósiles.
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