Casi la mitad de los inversores extranjeros posponen sus proyectos en Francia, al tiempo que destacan las fortalezas del país. La incertidumbre legislativa y económica pesa mucho en las decisiones estratégicas, según un estudio publicado por EY.
Atractivo en descenso pero los proyectos se mantienen
Francia, considerada durante mucho tiempo el país europeo más atractivo para las inversiones extranjeras, está experimentando un estancamiento en su dinámica. Una encuesta realizada por EY entre 200 tomadores de decisiones extranjeros en 25 países revela que el 49% de ellos han reducido o pospuesto sus proyectos de inversión desde la disolución de la Asamblea Nacional en junio pasado. Sin embargo, ninguna empresa canceló sus planes, lo que demuestra una notable resiliencia.
Los inversores señalan principalmente la incertidumbre legislativa y regulatoria, citada por el 59% de los encuestados, como uno de los principales obstáculos para sus decisiones. La desaceleración de las reformas (47%) y el cuestionamiento de determinadas políticas públicas en sectores estratégicos (40%) también alimentan sus preocupaciones. Estas preocupaciones, combinadas con acalorados debates presupuestarios y nuevas propuestas fiscales, están debilitando la imagen de estabilidad económica que cultivó Francia.
A pesar de este contexto incierto, Francia conserva varios activos importantes. La riqueza de competencias, citada por el 37% de los responsables encuestados, así como su capacidad de innovación (29%) y la fiabilidad de sus infraestructuras (25%), siguen atrayendo inversores. Estos últimos siguen considerando proyectos de investigación y desarrollo o de servicios: el 60% de los encuestados prevén iniciativas de aquí a 2027. Sin embargo, sólo el 49% prevé ampliar las capacidades industriales en Francia y apenas el 15% prevé instalar allí centros de decisión.
Sectores en crecimiento y expectativas claras
Los inversores esperan señales claras del gobierno, especialmente en términos de transición ecológica.. Si bien el 47% de los encuestados no tiene planes relacionados con la descarbonización, los recientes anuncios del gobierno de Barnier, que prevén un aumento de las ayudas del orden de 1.600 millones de euros, podrían invertir esta tendencia.
Para Marc Lhermitte, socio de EY, “ A pesar del impacto de la situación económica y política, los líderes internacionales siguen contando con Francia. “. El experto subraya también que el nombramiento de Michel Barnier como Primer Ministro ha tranquilizado a algunos actores económicos.
El informe destaca una oportunidad para que Francia recupere terreno. Los inversores esperan una optimización del gasto público y medidas concretas para apoyar la industria y la innovación. Según Jean-Roch Varon, presidente de EY Francia, “ Apoyar a las PYMES y ETI en sus transformaciones es esencial, al igual que fortalecer la ventaja energética del país. ».