El megacohete despegó el martes desde la base Starbase de la compañía en Boca Chica, ante la mirada del presidente electo Donald Trump.
El megacohete Starship de SpaceX despegó este martes durante un nuevo vuelo de prueba, en presencia del jefe de la compañía, Elon Musk, y del presidente electo, Donald Trump, quienes aprovecharon el evento para mostrar su nueva cercanía.
Pero la primera etapa Super Heavy (de 70 metros de altura) del cohete, que según SpaceX debía regresar a la Tierra cayendo en los gigantescos brazos mecánicos de su torre de lanzamiento, terminó su recorrido en el mar, anunció la empresa estadounidense. Esta compleja maniobra, que debería hacer que este cohete sea completamente reutilizable, tuvo éxito por primera vez durante el vuelo de prueba anterior el mes pasado.
SpaceX pretende utilizar Starship, el cohete más grande y poderoso del mundo, para colonizar Marte. El desarrollo de la nave espacial también es seguido de cerca por la NASA, que cuenta con ella para llevar a sus astronautas de regreso a la Luna.
El despegue desde la base Starbase de la compañía en Boca Chica, Texas, fue el sexto vuelo de prueba. Los objetivos serán en gran medida similares a los de la prueba anterior, el mes pasado, que fue exitosa. El cohete estaba formado por la primera etapa Super Heavy (70 metros de altura) y, encima de ella, el Starship (50 m), que por extensión da nombre a todo el lanzador.
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