Ahora domina la incertidumbre sobre la evolución de la economía estadounidense, con Donald Trump considerando implementar aranceles aduaneros, reducir impuestos y desregular la economía estadounidense, lo que podría reactivar la inflación y provocar un regreso de la guerra comercial con China en particular.
Sobre todo porque la inflación estadounidense no se está desacelerando más. Los inversores están nerviosos tras la aceleración de los precios al consumo estadounidenses en octubre, según el índice IPC, pero también por el índice de precios al productor IPP de octubre. Este último se situó en un nivel superior al esperado, del 2,4% en un año, frente al 2,3% esperado.
Moderación de la flexibilización monetaria
Por otra parte, los comentarios de Jerome Powell, jefe de la Reserva Federal estadounidense (FED), han puesto en duda la probabilidad de un recorte de tipos el próximo diciembre.
La perspectiva de una mayor flexibilización monetaria puede terminar antes de lo esperado debido a los crecientes riesgos de inflación impulsados por las políticas favorables al crecimiento y el aumento de los aranceles.
La economía estadounidense sigue mostrando una salud sólida, con un crecimiento del PIB un poco más débil de lo esperado en el tercer trimestre, del 2,8% a tasa anualizada, pero casi el doble que en la zona del euro.
Por último, la tasa de desempleo sigue siendo baja, del 4,1%, a pesar de la muy baja creación de empleo en octubre, debido a huracanes y huelgas.
Incertidumbres en Alemania
En Europa, Alemania es el centro de atención debido al colapso de la coalición gobernante y las incertidumbres resultantes que pesan sobre la mayor economía de Europa.
El Canciller Olaf Scholz anunció así que estaba dispuesto a celebrar un voto de confianza en el Parlamento antes de Navidad, aunque inicialmente había mencionado el mes de enero.
Actualmente, los sentimientos hacia Europa son muy pesimistas, plagados de numerosas incertidumbres políticas y económicas, en comparación con una economía estadounidense aún resistente.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca sugiere que la ya frágil economía de la zona euro podría afrontar nuevos desafíos, principalmente los derechos de aduana estadounidenses sobre sus exportaciones, que podrían alcanzar entre el 10% y el 20%.
A lo largo de la semana, el S&P 500 y el Nasdaq cayeron un 2,08% y un 3,15%, mientras que el Stoxx Europe 600 perdió un 0,69%.