“La policía me despertó a la 1:30 de la madrugada”, cuenta Geneviève Desjardins, una de las propietarias del restaurante Auger. Además de la puerta rota, los intrusos abandonaron el establecimiento del Boulevard des Hêtres con las manos vacías, explica.
“Encontramos del otro lado el cordón de la llave que servía para rellenar el papel higiénico, pero era lo único que faltaba en el restaurante… Fueron las llaves equivocadas con las que se fueron”, bromea el que había una noche corta.
En la dirección al otro lado de la calle, Pizza Hut en la calle 41, la puerta de entrada acababa de ser reparada cuando la visitamos el lunes por la tarde. Los empleados no estaban autorizados a comentar sobre el evento, pero se sugiere que los visitantes nocturnos debieron sentirse decepcionados con su redada. “Hoy en día todo el mundo paga con tarjeta”.
Parece que se entregaron a la policía cintas de vídeo de las cámaras de vigilancia del negocio. Información que no ha sido confirmada por la Sûreté du Québec, que sin embargo indica que está trabajando para intentar dilucidar el robo.
El hecho recuerda a la serie de robos en restaurantes del centro de hace exactamente dos años. Menos afortunados, los propietarios lamentaron pérdidas de varios miles de dólares en ese momento. La semana pasada, atraparon a un ladrón de una tienda de conveniencia.
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