Publicado el 18 de noviembre de 2024 a las 06:35. / Modificado el 18 de noviembre de 2024 a las 06:39.
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Según las últimas encuestas, la oposición a la redefinición de la necesidad personal está creciendo.
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Para los círculos inmobiliarios, la revisión ayuda a aclarar las normas y garantizar el ejercicio de los derechos de propiedad.
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Si se acepta, Asloca teme una ola de despidos infundados.
Una semana antes de las elecciones federales, la oposición a las revisiones de la ley de arrendamiento está ganando terreno. Según la última encuesta de SSR publicada el miércoles, flexibilizar las condiciones para la rescisión del contrato de arrendamiento por parte del propietario recibió un 53% en contra, frente a un 44% a favor. Parece que se avecina un fracaso para los círculos inmobiliarios y el campo burgués que apoya el proyecto, mientras que hasta ahora los debates se han centrado principalmente en la cuestión del subarrendamiento.
Para la Asociación Suiza de Inquilinos (Asloca), la lucha estaba lejos de estar ganada de antemano. “Es un tema delicado porque el argumento del sentido común da en el blanco. En efecto, ¿quién podría apoyar razonablemente la idea de que a un propietario de una casa se le impida vivir en ella?”, señala Fabrice Berney, secretario general de Asloca Vaud.
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