Este es el tipo de negocio que disuade a algunos propietarios de alquilar su casa. Sin mencionar siquiera estos casos de okupación que siguen marcando la vida cotidiana, sucede que algunos inquilinos se toman todas las libertades con la propiedad de otros. Desde hace meses, observamos un aumento de los casos de inquilinos que abandonan su alojamiento sin avisar al propietario: nada menos que 5.000 casos el año pasado. Y luego, está el daño causado en el alquiler.
Este caso relatado por Le Maine libre combina los dos. Esta es la historia de una pareja de unos treinta años que vivió durante más de un año en una vivienda en la localidad de Sillé-le-Guillaume, en la región de Le Mans. El propietario recuperó su propiedad en lamentable estado tras su salida sin el menor aviso por parte de los inquilinos. Cuadro eléctrico dañado, linóleo y enchufes rotos, grifo monomando y vitrocerámica rotos, puerta dañada y mal estado general, según describe el diario local.
La culpa de los 4 perros…
En su defensa, la pareja argumentó que estos daños fueron causados por sus cuatro perros: tres empleados americanos y un pastor alemán… Le explicaron tranquilamente al juez que sus animales orinaban en los enchufes eléctricos, lo que provocaba un mal funcionamiento de la mesa. ¡Y por eso habrían arrancado los aparatos eléctricos por simple cuestión de seguridad! En cuanto a los daños en las placas de cocción de un grifo monomando o incluso en el cuadro eléctrico, la historia no cuenta cómo habrían accedido los perros a ellos.
El fiscal del tribunal de Caen compareció “escandalizado” por el comportamiento de esta pareja que supuestamente garantiza una “disfrute pacífico” lugares, aunque las penas siguen siendo bastante medidas en vista del daño: 100 días de multa de 3 euros para el hombre (suma que tendrá que pagar todos los días. Los días no pagados se convierten en días de prisión) y cuatro meses de suspensión pena de prisión para su pareja.
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