En septiembre de 2021, el pequeño país centroamericano se convirtió en el primero del mundo en introducir legalmente el bitcoin junto con el dólar. Una apuesta tan atrevida como criticada. Y ganando hasta ahora.
Mientras la elección de Donald Trump en Estados Unidos alimenta un aumento del Bitcoin que superó los 90.000 dólares el miércoles, el presidente de El Salvador está exultante. « te lo dije »el sulfuroso Nayib Bukele se mostró jubiloso este martes en su cuenta X. Tres años después de su decisión de convertir la criptomoneda más valiosa del mundo en moneda nacional oficial, la apuesta del líder de la pequeña nación centroamericana está resultando muy lucrativa.
Con una cartera de casi 5.932 bitcoins, comprados a un precio promedio de 44.325 dólares, El Salvador muestra hoy una plusvalía de más de 270 millones de dólares, o más del 100%. La valoración de su criptotesoro supera así los 533 millones de dólares, según datos oficiales. En septiembre de 2021, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en introducir legalmente Bitcoin junto con el dólar. Nayib Bukele explicó que quería bancarizar al 70% de la población al margen del sistema financiero y empezó a comprar estos activos virtuales por cuenta del Estado. La medida también buscó atraer inversión internacional y reducir los costos de transferencia de dinero enviado por salvadoreños al exterior, lo que representa el 25% del PIB.
Fondo de Reserva Nacional
La estrategia de inversión del Estado ha sido acumular gradualmente bitcoin, que hoy se compara con el oro digital. La compra diaria de un token desde 2022 ha permitido crear un fondo de reserva sin tener que invertir grandes sumas de dinero a la vez. Por lo tanto, el país tiene riesgos limitados al minimizar el impacto de la volatilidad de los precios. El Presidente de El Salvador siempre ha apoyado firmemente el potencial a largo plazo de Bitcoin, particularmente como refugio seguro contra las monedas tradicionales y la inflación. Un desafío que acabó dando sus frutos.
Para incentivar su uso, el Estado había creado una billetera digital denominada «Chivo Wallet» y ofreció 30 dólares a cada usuario como bienvenida. LARGO Mi primer bitcoin (mi primer bitcoin), que formó a unas 35.000 personas en el país, incluso vio la luz en un esfuerzo de democratización. Sin embargo, esta liberalización fue duramente criticada por las instituciones monetarias internacionales, por temor a que esta elección perturbara la economía del país. El FMI siempre se ha negado a otorgar un préstamo a El Salvador como lo solicitó el gobierno endeudado, en parte porque las criptomonedas eran un punto conflictivo. Hasta agosto pasado, cuando se llegó a un acuerdo preliminar para un préstamo de 1.300 millones de dólares (sin embargo, el FMI insistió en subrayar que « riesgos potenciales » permanecer).
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A pesar de todo el estímulo, la adopción de Bitcoin en El Salvador sigue siendo muy limitada. Según un estudio del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana (IUDOP), el 88% de los salvadoreños aún no utiliza criptomonedas. Los incentivos no convencieron a los ciudadanos, que todavía se mostraban cautelosos, de dar el paso. Según la ONG « Mi Primer Bitcoin » La baja adopción refleja un miedo a la novedad y la tecnología. Muchos residentes, acostumbrados a los métodos de pago tradicionales, dudan en adoptar un activo descentralizado, totalmente digital y volátil.
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