El gigante farmacéutico británico AstraZeneca afirmó el martes que se toma “muy en serio” su situación en China, un mercado clave donde es objeto de investigaciones por recopilación de datos e importaciones de medicamentos potencialmente ilegales, en su comunicado de prensa trimestral sobre sus resultados.
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“Nos tomamos muy en serio la situación en China. Si las autoridades nos lo piden, cooperaremos plenamente con ellas”, aseguró el director general Pascal Soriot en este comunicado. El grupo anunció la semana pasada la detención de su presidente en China, Leon Wang.
La empresa recuerda que tiene conocimiento de “varias investigaciones individuales llevadas a cabo por las autoridades chinas sobre empleados y antiguos empleados de AstraZeneca”, relacionadas en particular, “hasta donde él sabe”, con “acusaciones de fraude en el seguro médico, ilegal importación de medicamentos y vulneración de datos personales.
“La empresa no ha recibido ninguna notificación de que ella misma esté bajo investigación”, dijo en su comunicado.
AstraZeneca publicó el martes un beneficio neto de un 4% interanual hasta 1.400 millones de dólares para el tercer trimestre, impulsado por un aumento del 18% en los ingresos durante el período hasta 13.600 millones de dólares.
En particular, ve aumentar sus ingresos casi un 20% en su división de oncología, la mayor en términos de facturación. Su división de vacunas e inmunoterapias registró un crecimiento del 48%.
Gran mercado
China es un mercado importante para AstraZeneca: representa alrededor del 12% de su facturación del tercer trimestre y muestra un crecimiento del 15% durante el período, según las cifras publicadas por la compañía el martes.
Soriot dijo el año pasado que estaba “impresionado por el crecimiento y el ritmo de la innovación” en China, “lo que subraya la ventaja competitiva de nuestra presencia líder en este país”.
Pero en septiembre, la empresa confirmó que varios de sus empleados eran objeto de una investigación en el país.
Las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades de Shenzhen (sur de China) se refieren a cinco personas de nacionalidad china, algunas de las cuales siguen siendo empleados del grupo y otras ya no lo son, según la agencia de información económica Bloomberg.
Una de las investigaciones se refiere a la recopilación de datos de pacientes, y las autoridades sospechan de un incumplimiento de las leyes de privacidad chinas.
Otro se refiere a posibles importaciones de un medicamento contra el cáncer de hígado que no ha sido aprobado en China continental, según la misma fuente.
Algunas multinacionales informan de un entorno empresarial cada vez más difícil en China en los últimos años. Deploran en particular la falta de transparencia de las leyes relativas a los datos y las detenciones prolongadas de empleados.
El Financial Times aseguró el año pasado que AstraZeneca había diseñado un plan para dividir sus actividades en China en una nueva entidad que permanecería bajo su control, para “proteger a la compañía contra las crecientes tensiones geopolíticas”, lo que había sido calificado de “rumores” por el compañía.
Astrazeneca, con sede en Cambridge, Reino Unido, emplea a 90.000 personas en todo el mundo.
El grupo afirmó en mayo su ambición de alcanzar 80 mil millones de dólares de facturación de aquí a 2030, centrándose en particular en la oncología, con el lanzamiento de 20 nuevos medicamentos.