Comprar un coche puede traer sorpresas desagradables a la hora de pagar la factura. Muchos distribuidores cobran tarifas adicionales ilegales.
¿Y si fuera posible ahorrar varios cientos de euros en la compra de su próximo coche? Así lo sugiere un informe de la Dirección General de Competencia, Consumo y Prevención del Fraude (DGCCRF). Los inspectores del Ministerio de Economía advierten sobre las tasas opcionales que imponen determinados concesionarios.
La historia es casi siempre la misma. Después de elegir su vehículo y negociar su precio, el vendedor presenta la factura final. Aquí aparecen líneas adicionales con títulos evasivos: “paquete inicial”, “costes de preparación del vehículo” o “paquete confort”. Tasas opcionales que pueden resultar caras: hasta 1.200 euros, según observaciones de Prevención del Fraude.
En el marco de una investigación, un miembro de la asociación UFC-Que Choisir acudió a un concesionario para comprar un Renault Mégane eléctrico. A esta persona le cobraron 18 euros por una “carga” de batería, 95 euros por “trámites de registro” y 329 euros por un misterioso “paquete Secury-T”. Cuando pidió explicaciones, el vendedor intentó justificar estos honorarios presentándolos como obligatorios, una actitud totalmente ilegal.
Según UFC-Que Choisir, los vendedores suelen utilizar argumentos falaces para convencer a los clientes de su obligatoriedad. ¡Algunos incluso llegan a cobrar el combustible a los compradores de vehículos eléctricos!
Peor aún, estos paquetes suelen ser ilegales. Los costes opcionales incluidos en el precio de compra de un vehículo nuevo deben limitarse al lavado de la carrocería, el pulido, el control de los niveles de líquidos, incluidos cinco litros de combustible, así como el suministro e instalación de un juego de matrículas, recuerda la represión del fraude.
Estas prácticas están lejos de ser aisladas. La DGCCRF constató anomalías en casi dos tercios de los establecimientos inspeccionados. Con el pretexto de diversos servicios como el grabado del número de serie, el suministro de alfombrillas o bombillas de repuesto, algunos profesionales no dudan en inflar artificialmente sus facturas.
Pero el fraude no sólo afecta al mercado de viviendas nuevas. En el segmento de segunda mano, los investigadores de fraude han observado prácticas aún más preocupantes. Por ejemplo, los vehículos usados se presentan como “de primera mano” o nuevos. Aún más serio, información esencial como la fecha de entrada en circulación, el historial del vehículo o su kilometraje real se ocultan periódicamente a los compradores.
La DGCCRF ha descubierto incluso casos de manipulación de cuentakilómetros, ¡con reducciones espectaculares de hasta 121.000 kilómetros! Otra práctica desleal: la venta de vehículos averiados sin avisar previamente a los clientes, un ocultamiento que puede tener consecuencias dramáticas para la seguridad de los compradores.
Ante estas prácticas abusivas, es posible obtener una indemnización incluso después de haber abonado estos costes o adquirido el vehículo. Para ello lo mejor es contactar con una asociación de consumidores que pueda apoyarte en estos trámites.