El cambio de hora, introducido en Francia en 1976, plantea hoy muchas preguntas sobre su relevancia energética. Inicialmente diseñado para reducir el consumo eléctrico, este dispositivo parece haber perdido eficacia con el paso de los años. Echemos un vistazo más de cerca a los problemas y los impactos reales de esta práctica en nuestro consumo de energía.
La evolución del ahorro energético ligada al cambio horario
El cambio al horario de invierno, que se realiza cada año a finales de octubre, debería permitir ahorros sustanciales de electricidad. Por otro lado, las cifras muestran una disminución gradual de estas ganancias de energía :
- En 1996: alrededor de 1.200 GWh ahorrados
- En 2009: sólo 440 GWh
- En los últimos años: alrededor de 351 GWh
Este descenso puede explicarse en particular por la evolución del mix energético francés. En la década de 1970, la electricidad se producía principalmente a partir de fueloil, una fuente de energía costosa y con un alto contenido de carbono. Hoy, gracias a desarrollo de energías renovables y energía nuclearla huella de carbono de la producción de electricidad ha mejorado considerablemente.
Además, los avances eneficiencia energética Los sistemas de iluminación ayudaron a reducir el impacto del cambio de hora. Las bombillas LED, por ejemplo, consumen mucho menos que sus predecesoras, lo que hace que el ahorro asociado al uso de luz natural sea menos significativo.
Impacto marginal en calefacción y refrigeración.
Contrariamente a la creencia popular, el cambio de hora sólo tiene una efecto insignificante sobre el consumo relacionado con la calefacción y el aire acondicionado. Estas partidas de gasto energético dependen más de la temperatura exterior que de la hora indicada en nuestros relojes.
ADEME (Agencia de Medio Ambiente y Gestión de la Energía) estimó que el ahorro futuro en estos elementos sería muy limitado, con sólo 130 GWh de ahorro previsto para 2030. Esta cifra sigue siendo insignificante en este momento si se consideran las necesidades energéticas globales de Francia.
Año | Ahorro energético estimado (en GWh) |
---|---|
1996 | 1 200 |
2009 | 440 |
Actualmente | 351 |
2030 (previsión) | 130 |
El cambio de hora ante las energías renovables
Se podría pensar que el cambio de hora podría favorecer la producción de energía solar al proporcionar una hora adicional de luz solar. Pero esta hipótesis resulta errónea por varias razones:
- La máxima producción de paneles fotovoltaicos es alrededor del mediodía, cuando el sol está en su cenit, no al amanecer ni al anochecer.
- La La producción de electricidad solar disminuye naturalmente en invierno.con una caída de aproximadamente tres veces respecto al verano.
- El cambio de hora no afecta a la duración real de la luz solar, sino sólo a nuestra percepción del tiempo.
Por tanto, el cambio de hora no tiene un impacto significativo en la eficiencia ni en la rentabilidad de las instalaciones solares. Las variaciones estacionales en la producción son mucho mayores que los efectos potenciales de la diferencia horaria.
Hacia un cuestionamiento del sistema
Frente a estos hallazgos, el El Parlamento Europeo reconoció en 2017 que el impacto del cambio horario en el consumo energético era “marginal”. En 2019, incluso votó a favor de su abolición, inicialmente prevista para 2021. Sin embargo, la crisis sanitaria de la Covid-19 pospuso esta decisión, dejando el debate sin resolver.
Hoy en día, el cambio de hora parece cada vez menos relevante desde el punto de vista energético. Los ahorros que permite se han vuelto insignificantes frente al progreso tecnológico y la evolución de nuestro mix energético. Además, algunos expertos destacan los efectos potencialmente nocivos de esta práctica sobre nuestra salud y nuestro ritmo biológico.
A medida que avanzamos hacia un futuro energético más sostenible, puede que sea hora de reconsiderar esta medida de una época pasada. La cuestión ya no es tanto si cambiar la hora ahorra energía, sino si todavía está justificado en nuestra sociedad moderna.