La huelga de la SNCF moviliza una vez más a los trabajadores ferroviarios y a los sindicatos, opuestos a las reformas y reestructuraciones que afectan a la red ferroviaria. En un contexto de apertura a la competencia y de reorganización de determinados servicios, esta huelga se basa en grandes preocupaciones sobre las condiciones de trabajo y la unidad empresarial. Más allá de las demandas, este movimiento podría tener numerosos impactos para los viajeros y se esperan perturbaciones. Los pasajeros, al igual que la propia SNCF, tendrán que prepararse para las consecuencias y tratar de adaptarse para limitar las molestias.
¿Cuáles son los motivos de la decisión de huelga de la SNCF?
La Huelga de la SNCF prevista para el 21 de noviembre de 2024, potencialmente seguida de una prórroga en diciembre, está motivada por varias demandas de sindicatos ferroviarios, como la CGT-Cheminots y Sud-Rail, para protestar contra determinados cambios.
Se oponen a lo que consideran una “privatización” progresiva de la SNCF, en particular con el desmantelamiento de Fret SNCF, el sector de transporte de mercancías. Según ellos, estas medidas amenazan las condiciones laborales de los empleados, sus derechos y podrían provocar recortes de empleo. También creen que la división de la empresa en varias filiales, que implica la transferencia de determinados trabajadores ferroviarios a ellas para responder a la competencia, debilita la unidad de la empresa.
¿Cuáles son las consecuencias para los pasajeros?
Si esta huelga se materializa y continúa, las repercusiones podrían ser importantes para los pasajeros, la empresa y los empleados.
Para pasajeros
Es probable que las consecuencias para los pasajeros sean considerables. De hecho, están previstas cancelaciones y perturbaciones en muchas líneas, incluidas las redes TGV, Intercités, TER y Transilien en la región de París. En diciembre, la huelga podría interrumpir los viajes previstos durante las vacaciones de Navidad y de fin de año. Los pasajeros deberían esperar colas en las estaciones, dificultades para encontrar alternativas y un riesgo de saturación en el transporte alternativo, como los autobuses y los vehículos compartidos.
Para la SNCF
La huelga podría tener graves consecuencias para la empresa. Corre el riesgo de sufrir pérdidas económicas importantes debido a la disminución de la asistencia y a los reembolsos o indemnizaciones relacionados con las entradas canceladas. La repetición de la huelga también crea una percepción de inestabilidad que podría disuadir a algunos usuarios de utilizar el tren, lo que podría afectar la rentabilidad a largo plazo.
Además, si la huelga se prolonga hasta diciembre, los viajeros internacionales y aquellos que utilizan trenes de vacaciones podrían recurrir a otros medios de transporte, como aviones o automóviles, debilitando aún más la fiabilidad de la imagen de la SNCF.
Para empleados y sindicatos
El movimiento huelguista podría endurecer las relaciones con la dirección, dificultando las negociaciones futuras y acentuando la incertidumbre en torno a la sostenibilidad de ciertas posiciones, particularmente en ramas amenazadas por las reformas actuales.
¿Cómo pueden los pasajeros afrontar esta huelga?
Para limitar el impacto de las huelgas, los pasajeros pueden tomar ciertas precauciones consultando las previsiones de tráfico disponibles en el sitio web de la SNCF o en las plataformas dedicadas a Transiliens y RER. Los viajeros serán informados por SMS o correo electrónico de la cancelación de su TGV o Intercités con aproximadamente 24 a 48 horas de antelación.
También se recomienda planificar soluciones de transporte alternativas, como coche compartido, autobuses de larga distancia o alquiler de coches, para minimizar las molestias en caso de cancelación de trenes. Por último, es útil comprobar periódicamente el estado de su tren y sus horarios en los andenes de la SNCF.