En medio de clientes y empleados atónitos pero finalmente comprensivos que continuaron con sus tareas, salieron a denunciar las presiones que sufren diariamente los empleados de este supermercado.
Céline Arnaud, responsable comercial de la CGT Var, enumera: “Insultos, humillaciones, acoso moral y sexual… ¡Inauditos por parte de la dirección!” asegura, mientras varios empleados dan su testimonio. Como Sonia: “No puedo dormir, he perdido la confianza en mí mismo y en mis capacidades profesionales”explica quien ahora es seguido en un hospital de día.
La joven, desde entonces despedida por incapacidad, “solicitar compensación”. También presentó un expediente ante el Tribunal del Trabajo e inició un proceso penal. Y ella no está sola.
“Se están tramitando casi veinte expedientes”, continúa Céline Arnaud, “pero también queremos interrogar al director general del grupo Mousquetaires, Thierry Cotillard, sobre lo que está sucediendo aquí”.
¿Mensaje escuchado?
También se distribuyeron folletos a los clientes para atraer al público.
Durante las dos horas que “demostración de fuerza”, En un ambiente de buen humor, sin excesos y bajo la vigilancia de la policía municipal y de la gendarmería, la dirección permaneció invisible. Sólo el director del supermercado, Didier Vieux, llegó furioso y ordenó a los manifestantes que abandonaran el local. Ningún efecto.
Por ahora, ésta es la única reacción que hemos conseguido obtener de la dirección.
Un poco antes de las 11 de la mañana, los manifestantes finalmente salieron, todavía pacíficamente, antes de continuar su concentración en el aparcamiento.
Pero, advirtió Richard Romeo-Giberti, secretario departamental de la CGT, “¡Si el mensaje no se escucha, volveremos!”