La tecnología ha logrado rápidamente avances significativos. Gracias a las nuevas técnicas de formación, las respuestas parecen ser más precisas y relevantes.
Este verano, muchas acciones tecnológicas estadounidenses vieron caer sus precios. Muchos actores del mercado parecen cada vez más escépticos sobre las importantes inversiones en inteligencia artificial (IA).
Pero a pesar de las pérdidas de precios sufridas recientemente, el índice Nasdaq, con su fuerte dominio tecnológico, ha progresado considerablemente este año. Esto se debe en parte a las altas expectativas puestas en la inteligencia artificial. Sin embargo, cada vez más inversores se preguntan si esta tecnología no ha generado demasiadas esperanzas.
Derek Glynn, gestor de cartera de BNP Paribas Asset Management, no comparte estas dudas. Hablando de la IA generativa, dice: “Estoy convencido de que puede conducir a una mayor innovación económica y productividad, y esta creencia se ha fortalecido con el tiempo”.
La tecnología ha logrado rápidamente avances significativos. Gracias a las nuevas técnicas de formación, las respuestas parecen ser más precisas y relevantes. Además, los usuarios interactúan cada vez mejor con los modelos, lo que mejora su rendimiento.
Derek Glynn ya está viendo señales de los beneficios de productividad que la IA puede aportar a la economía. “Los desarrolladores de software, por ejemplo, pueden utilizar herramientas de IA generativa para ayudarles a escribir código”. Dado que los éxitos económicos deben una parte cada vez más importante a la contribución del software, los aumentos de productividad logrados en esta área también tienden a tener un impacto más que proporcional. “En cuanto a la disposición a acoger esta nueva tecnología, observamos que un número creciente de empresas están interesadas en esta herramienta. Esto es cierto incluso en sectores altamente regulados que gestionan datos confidenciales, por ejemplo, los servicios financieros y la salud”.
El auge de la IA no es comparable a la burbuja de Internet
Dado el creciente interés por las tecnologías de IA, los grandes proveedores de servicios en la nube están planeando importantes inversiones para poder disponer de la potencia informática necesaria. “A algunos participantes del mercado les preocupa que esto pueda resultar en un desperdicio de capital. Los pesimistas incluso llegan a hacer comparaciones con la era de las puntocom de finales de los 90 y principios de los 2000, que terminó con el estallido de la burbuja de las puntocom”, señala Derek Glynn. Sin embargo, no cree que esta analogía sea válida y señala diferencias importantes: “En primer lugar, muchas de las acciones tecnológicas de megacapitalización actuales ya tienen una actividad primaria sólida que les permite generar un flujo de caja significativo. Además, por lo general tienen balances sólidos con buenas reservas de liquidez”. Por lo tanto, podrían soportar relativamente bien el peso de las inversiones previstas. El gestor de cartera espera una rentabilidad global positiva de la inversión, aunque cree que es probable que haya diferencias entre las distintas empresas.
Además de los servicios en la nube, Derek Glynn considera que muchos otros sectores se beneficiarán de inversiones masivas en IA. “Entre los principales ganadores se encuentran empresas que fabrican semiconductores y equipos para la producción de semiconductores. Sin ellos, esta tecnología no sería posible”, explica el gestor de cartera. Pero también hay oportunidades disponibles para empresas de sectores distintos al tecnológico. Podrían ganar dinero participando en el desarrollo de centros de datos. Derek Glynn cita ejemplos: “Las empresas industriales que ofrecen soluciones de refrigeración podrían ser una de ellas, al igual que las empresas del sector de las energías renovables. Porque muchos proveedores de servicios digitales deben cumplir con el objetivo “Net Zero”.
Las empresas de ciberseguridad también podrían beneficiarse. “Debemos proteger las nuevas y potentes herramientas de inteligencia artificial contra los ciberataques”, señala el experto. “Un área interesante es la autenticación automática, ya que los modelos de IA actuarán de forma cada vez más autónoma, mientras interactúan entre sí”.
Por otro lado, Derek Glynn aconseja tener cuidado con las empresas que no se adaptan lo suficientemente rápido y que, por tanto, podrían verse expulsadas del mercado. Para algunas empresas de software, la competencia podría intensificarse, especialmente si no tienen sus propios datos o si otros factores dificultan la entrada de nuevos jugadores en este segmento del mercado.
En diferentes campos, la IA pronto será la norma
En otros sectores, las aplicaciones de IA pronto se convertirán en usos estándar. Esto es lo que espera el gestor de cartera, por ejemplo, en el comercio online. “Las capacidades de IA no necesariamente permitirán a las empresas destacarse de la competencia. Es solo cuestión de tiempo antes de que cada sitio importante de comercio electrónico tenga un copiloto basado en inteligencia artificial, que ayudará a los consumidores a comprar y encontrar los artículos que desean, respondiendo también a sus preguntas. Pero no necesariamente será monetizable mediante una expansión de las actividades existentes”.
Para futuros desarrollos, Derek Glynn espera una mayor claridad en términos de regulaciones relacionadas con la IA y una mayor atención a la cuestión de los riesgos. “Todavía queda mucho por hacer en áreas como los derechos de autor, la seguridad y privacidad de los datos, la desinformación y la protección de la IA en general”.