Francia, reconocida por su experiencia en la producción de electricidad con bajas emisiones de carbono, está experimentando un importante repunte de su producción eléctrica en 2024. Gracias a inversiones masivas en energías nucleares y renovables, no sólo ha alcanzado un nivel récord de producción, sino que también ha sabido cómo beneficiarse de ello en el mercado europeo.
Producción de electricidad en 2024: un regreso a la cima
En 2024, Francia produjo aproximadamente 530 TWh (teravatios hora) de electricidadconsolidando su posición como primer exportador europeo. Este desempeño marca un punto de inflexión después de un período difícil en 2022, donde la producción nuclear había caído a 279 TWh debido a problemas técnicoslo que obligó al país a importar electricidad. La recuperación se vio respaldada por la vuelta al servicio de varios reactores y el aumento de la capacidad de producción renovable.
Además de ser despilfarradora, la producción de electricidad francesa sigue siendo una de las que menos CO2 emite de Europa. En 2024, el mix energético del país permitió mantener unas emisiones medias de unos 35 g de CO2 por kWh (kilovatios hora), una cifra muy por debajo de la media europea de unos 200 g/kWh.
Este desempeño se debe principalmente al predominio de la energía nuclear. Este último produce 12 g de CO2 por kWh teniendo en cuenta todo el ciclo de vida. En cuanto a la energía eólica y solar, se sitúan entre 5 y 20 g de CO2/kWh. Sin embargo, las emisiones medias de CO2 de Francia aumentan gracias a las centrales eléctricas de gas complementarias. Aunque cada vez se utilizan menos, producen alrededor de 400 g de CO2/kWh.
En comparación, Alemania sigue siendo uno de los mayores emisores de CO2 en Europa por su producción de energía. En 2024, la producción energética alemana seguirá dependiendo en gran medida de las centrales eléctricas de carbón y gas, principales fuentes de emisiones. De media, las emisiones de CO2 relacionadas con la producción de electricidad en Alemania rondan entre 400 y 450 g de CO2 por kWh, más de diez veces la media francesa.
Esta situación se debe a la decisión alemana de eliminar gradualmente la energía nuclear a partir de 2011, una decisión que llevó a una mayor dependencia de los combustibles fósiles para compensar la falta de producción. Aunque Alemania ha acelerado sus inversiones en energía eólica y solar, la transición sigue siendo compleja debido a los períodos intermitentes en los que estas fuentes son insuficientes para satisfacer la demanda de energía.
Nuclear y renovables, recursos prometedores
La producción nuclear representa aproximadamente entre 340 y 360 TWh en 2024, o casi el 68% de la producción total. La energía nuclear sigue siendo la columna vertebral del mix energético francés, proporcionando estabilidad y producción continua. Su producción es relativamente económica, con un coste medio estimado entre 42 y 50 euros por MWh (megavatio hora). Estos costos incluyen el mantenimiento, la gestión de residuos y las inversiones necesarias para la seguridad de las centrales eléctricas.
Las fuentes renovables, incluidas la eólica y la solar, produjeron alrededor de 140 TWh, lo que ayudó a diversificar las fuentes de suministro y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. En 2024, el coste medio de la energía eólica terrestre rondará los 50 y 70 euros por MWh, mientras que la solar oscilará entre 40 y 60 euros por MWhen función de las condiciones de insolación y del tamaño de las instalaciones. Aunque estos costos son más altos que los de la energía nuclear, han disminuido en los últimos años gracias a los avances tecnológicos.
La electricidad exportada por Francia se vende en el mercado europeo a un precio que varía en función de la demanda y de las fluctuaciones de la oferta. En 2024, el precio medio de venta de la electricidad francesa en el mercado europeo oscilará entre 78 y 110 euros por MWh. Esta cifra puede aumentar durante períodos de alta demanda, particularmente en invierno, cuando los precios de la electricidad suelen alcanzar su punto máximo debido al aumento de las necesidades de los países vecinos.
Los ingresos generados por estas exportaciones son esenciales para EDF y las finanzas públicas. A un precio medio de venta de 90 euros por MWh, La exportación de 90 TWh podría aportar unos 8.100 millones de euros a Francia.apoyando así la modernización de las infraestructuras y la financiación de la transición energética.