El hombre más rico del mundo se lanzó en las últimas semanas a la campaña del expresidente, acompañándolo a mítines e incluso subiendo a escenarios para defenderlo, sobre todo en Pensilvania.
También invirtió más de 100 millones de dólares en la campaña del nuevo presidente electo y no dudó en utilizar su red social X (antes Twitter) como caja de resonancia de los mensajes de Donald Trump, en particular sobre la inmigración.
Departamento de Efectividad Gubernamental
Queda por ver cómo estos dos personajes, coloridos y a menudo malhumorados, que apenas se conocían hace unos meses, conseguirán trabajar juntos.
Para algunos, su relación está condenada al fracaso debido a sus respectivos egos. Otros creen, por el contrario, que Trump respeta la fortuna y el éxito del multimillonario nacido en Sudáfrica.
“Estados Unidos es una nación de constructores. Pronto podrás construir libremente”, prometió Elon Musk en su compra en 2022.
Se presentó en la sede de Twitter con un fregadero en las manos para simbolizar su determinación de transformar radicalmente la empresa. Tan pronto como concluyó la adquisición, despidió al equipo directivo y luego a miles de empleados.
Se espera que Elon Musk tome el mando de un nuevo ministerio de “Efectividad Gubernamental”, cuyo objetivo principal será reducir el presupuesto federal en 2 billones de dólares, actualmente en 7 billones de dólares.
Posibles conflictos de intereses
Aseguró que quería importar a Washington el mismo enfoque de “línea dura” que en sus empresas, al tiempo que prometió un trato “humano y justo” a los empleados federales que se verían afectados, incluida una indemnización por despido de dos años de salario.
“Necesitamos reducir significativamente el gasto público y conseguir que la gente trabaje en puestos más productivos en el sector privado”, justificó Elon Musk, todavía en X, pocas horas antes de la victoria de Trump.
Sin embargo, su proximidad al próximo presidente aumenta el riesgo de posibles conflictos para sus empresas, en particular en lo que respecta a la tecnología de conducción autónoma desarrollada por Tesla.
Los reguladores están investigando actualmente la función después de varios accidentes de tráfico que involucraron a Teslas, a pesar de que aseguraron que la tecnología está lista.
Su nombramiento en un Gobierno de Trump también podría tener un impacto en la actividad de SpaceX y sus relaciones con la NASA, de la que su empresa se ha convertido en un socio imprescindible.
Durante su discurso de victoria, Donald Trump destacó los logros técnicos de SpaceX, en particular la espectacular recuperación de la primera etapa de su megacohete Starship en octubre durante un vuelo de prueba, que allanó el camino para una posible reutilización de este lanzador pesado.