Otro día de violencia común y corriente en México: cinco personas de una misma familia fueron asesinadas el lunes en Acapulco (sur) y un paciente fue asesinado en un hospital del centro del país, donde dos policías que pidieron refuerzos fueron asesinados a tiros.
Los cinco miembros de una misma familia fueron asesinados por un comando armado que también hirió a otras dos personas cuando irrumpieron en una vivienda en las afueras de Acapulco el lunes por la mañana, según las autoridades locales.
La Fiscalía General del Estado de Guerrero anunció la apertura de una investigación. La mayoría de los homicidios quedan impunes en México. En el estado de Guerrero, bandas criminales compiten por el control del tráfico y las rutas de la droga.
El viernes, las autoridades locales publicaron avisos de búsqueda de 14 personas desaparecidas. Y el 6 de octubre, el alcalde de Chilpancingo, capital de Guerrero, Alejandro Arcos, de 43 años, fue decapitado días después de asumir su cargo.
En la provincia de Puebla (centro), hombres armados mataron el lunes a un paciente en el hospital de Atlixco, matando también a dos policías, según las autoridades.
Los agresores dispararon diez veces contra la víctima “quien llegó la mañana del domingo al hospital por sus propios medios herido por arma de fuego”, explicó el secretario de Seguridad del Estado de Puebla, Daniel Iván Cruz, durante una conferencia de prensa. “Tras atender al llamado de emergencia”, los policías que acudieron al lugar fueron atacados a tiros y dos de ellos “murieron en el lugar”.
Los investigadores buscan determinar si el paciente, de unos 30 años, estuvo involucrado en actividades ilegales, añadió el secretario de Seguridad. Atlixco recibió este fin de semana a miles de visitantes por el Día de Muertos.
En marzo de 2022, diez miembros de una misma familia fueron ejecutados en la localidad de 90.000 habitantes. Las autoridades locales hablaron luego de un ajuste de cuentas entre grupos criminales del narcotráfico.