AAl final de un camino que serpentea entre robles, poco a poco se revela. La Petite Maison Noire, en las alturas de Valojoulx, en el corazón del Périgord Noir, acaba de recibir un premio nacional, el de la construcción en madera, en la categoría “Vivir en una casa”. El arquitecto es Baptiste Manet, natural del país. Ya ha construido una casa de huéspedes en la propiedad familiar, a unos cientos de metros de distancia. “Los clientes son de Burdeos”, revela. Llegaron a la casa de huéspedes y se enamoraron de la zona. De ahí su deseo de construir una casa aquí. »
Una casa completamente negra
Con 80 metros cuadrados de superficie, el edificio no es enorme, pero encaja perfectamente en el bosque que lo rodea. El estilo recuerda a un chalet nórdico, con sus grandes ventanales y su terraza que da al bosque. Pero lo que más sorprende es el color. ¡El exterior de la casa es completamente negro! “Se trató con alquitrán de pino”, explica el arquitecto. Es un tratamiento natural y eso es lo que da el color negro. » Para esta construcción también se inspiró en los edificios locales, en este caso los secadores de tabaco que todavía se pueden encontrar en casi todas partes de la campiña del Périgord.
El edificio obtuvo este premio nacional gracias a su baja huella de carbono. Se coloca sobre una decena de postes plantados en el suelo. “Surgió la cuestión de la relación con la tierra”, explica Baptiste Manet. Como el terreno era inclinado, había que buscar una solución. La gran ventaja es que tenemos muy poco impacto sobre el terreno. »
Arriba, el espacio se ha dividido en dos dormitorios y un baño. Con ojos de buey a modo de ventanas, el lugar recuerda a los camarotes de un barco.
La naturaleza en el centro del proyecto
“El propietario es diseñador de interiores”, sonríe Baptiste Manet. Creo que se divirtió con el diseño interior. » La calefacción la proporciona una estufa de leña en el salón. Cada pequeño espacio ha sido pensado y optimizado, lo que hace que el lugar sea muy acogedor e íntimo.
Pero la gran ventaja de esta construcción es su relación con el exterior. De adentro hacia afuera, eso es lo que lo caracteriza. Los robles dan a la terraza y los ventanales dan la impresión de no estar dentro.
Esto es lo que atrajo al jurado del concurso, que existe desde 2012. Por segundo año, se celebró en colaboración con la empresa Fibois. “En la región había alrededor de un centenar de proyectos”, subraya Christophe Prince, representante de Fibois.
Baptiste Manet es hijo de Nathalie Manet-Carbonnière, alcaldesa de Valojoulx. Para él es importante hacer realidad un proyecto en el pueblo que lo vio nacer. “Por supuesto que es un motivo de orgullo”, admite. Pero Valojoulx realmente tiene puntos fuertes. Hay un entorno de vida bastante único, con tranquilidad y un hermoso patrimonio construido por descubrir. »
En total, esta casa costó a sus propietarios algo más de 200.000 euros.