Las concentraciones de cobre y zinc siguieron aumentando en los pastizales intensivos de Suiza entre 2015 y 2019, debido a la aplicación de grandes cantidades de fertilizantes agrícolas, como purines y estiércol. Ciertas culturas se ven particularmente afectadas.
En un informe publicado el viernes, el Observatorio Nacional del Suelo (NABO) indica que las concentraciones se mantienen en general muy por debajo de los valores indicativos del reglamento de protección del suelo.
Sin embargo, recomienda “prever una cantidad de fertilizante agrícola proporcional a las necesidades reales de nutrientes de las plantas cultivadas a nivel de parcela, en particular en los lugares donde la densidad de ganado es elevada”, para evitar que las concentraciones sigan aumentando.
Menos plomo y mercurio
En el caso de las zonas de cultivo especiales, en particular en la viticultura, en determinadas zonas se registran concentraciones de cobre que superan entre cinco y seis veces los valores indicativos. Estas elevadas concentraciones se deben a la aplicación regular de productos fitosanitarios a base de cobre, utilizados en particular para combatir el mildiú, incluso en la agricultura biológica.
También se han observado superaciones del valor de referencia o aumentos de las concentraciones de cadmio, otro metal pesado presente en los suelos, especialmente cuando se utilizan fertilizantes minerales de fósforo. Según la NABO, sólo sitios específicos los contenían.
El Observatorio Federal, por el contrario, acoge con satisfacción el ligero cambio en las concentraciones de plomo y mercurio, mientras que en el pasado se formaban importantes depósitos atmosféricos de estos metales que se acumulaban en el suelo. Esta situación se debe a la implementación de normas de protección del aire más estrictas durante la década de 1990.
Más de 100 sitios de observación
Desde 1985, la NABO supervisa el impacto de los metales pesados, pero también de los productos fitosanitarios, las PFAS y los microplásticos en los suelos suizos. También está interesado en las mediciones biológicas de suelos.
Para ello, se basa en una red de medición de 103 sitios de observación a largo plazo. Según la NABO, estos reflejan combinaciones de parámetros característicos de Suiza, como el uso del suelo, el tipo de suelo, la geología o la altitud.
Dos tercios de los sitios son tierras agrícolas y aproximadamente un tercio están en bosques, y algunos sitios están en áreas protegidas o parques urbanos.
ats/jop
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