En octubre sólo se crearon 12.000 puestos de trabajo, anunció este viernes el Ministerio de Trabajo. Sin embargo, los analistas contaban con 110.000, según el consenso de Market Watch.
La creación de empleo se desaceleró bruscamente y mucho más de lo esperado en octubre en Estados Unidos, bajo el efecto acumulativo de huelgas y dos huracanes, que podrían pesar sobre el bando demócrata a cuatro días de las elecciones presidenciales, a pesar de una tasa de desempleo estable del 4,1%.
En octubre, sólo se crearon 12.000 puestos de trabajo, según anunció el viernes el Departamento de Trabajo, cuando los analistas esperaban 110.000, según el consenso de Market Watch. Esto es mucho menos de lo esperado ya que los analistas contaban con 110.000, según el consenso de Market Watch.
Es probable que las estimaciones de empleo asalariado en determinados sectores se hayan visto alteradas por los huracanes”, detalla el ministerio en su comunicado. Estas cifras proceden de dos encuestas, realizadas entre hogares y empresas y administraciones, cuyo progreso se vio sin duda afectado por los importantes daños causados por los huracanes Hélène y Milton, a finales de septiembre y principios de octubre.
Además, subraya el Departamento de Trabajo, “el empleo ha disminuido en el sector manufacturero debido a las huelgas”, en particular la que afecta al fabricante de aviones Boeing desde el 13 de septiembre.
Malas noticias para los demócratas a 4 días de las elecciones
En Estados Unidos se consideran desempleados a los huelguistas, pero también a las personas en desempleo técnico. Por el contrario, “el empleo continuó su tendencia ascendente en la atención sanitaria y el gobierno”. También se revisó a la baja la creación de empleo de agosto y septiembre, hasta 78.000 y 223.000 respectivamente, lo que supone un total de 112.000 puestos de trabajo finalmente no creados.
A cuatro días de un duelo particularmente tenso y reñido entre Kamala Harris y Donald Trump, no hay duda de que este último aprovechará estas cifras menos buenas para señalar la mala gestión económica del país por parte de los demócratas. Y los votantes también podrían reprochárselo.
De hecho, el campo demócrata está luchando por convencer a los votantes de sus buenos resultados económicos, que se ven ensombrecidos por varios años de inflación y altas tasas de interés. Incluso el sueño americano de tener una casa de campo está ahora fuera del alcance de muchas familias jóvenes.