El primer respiro casi ha terminado. Aún no se conoce la decisión final, al igual que la fecha. Pero los Guillous se están preparando para lo peor. “No pude proteger a mi familia…” se lamenta el padre.
No, Nicolas Guillou no quiere irse. Pero al no disponer ya de un certificado de selección quebequense (CSQ) válido, y según pudo entender en las últimas comunicaciones recibidas y durante su última comparecencia, la esperanza se va desvaneciendo poco a poco.
“Fuimos víctimas de varios errores burocráticos y administrativos. Yo también tengo mis defectos. Hubo algunos malentendidos, incluido uno que me obligó a defenderme ante el tribunal sólo para ser absuelto. Hubo errores en los documentos, fechas que no se respetaron debido a la pesada burocracia y documentos que no fueron entregados a tiempo. Hubo una última sesión a principios de mes durante la cual ni siquiera pude estar representado por un abogado y todo indica que este es el fin para nosotros en Quebec. Sólo tienes que leer entre líneas para entender que se acabó, pero simplemente no sabes adónde ir. Esperaremos para saber más primero”.
Nicolas Guillou, propietario de una empresa informática fundada en Francia, también dice que tiene dificultades para hacer avanzar su empresa debido a los problemas experimentados aquí en Quebec.
“Mi socio principal es Apple, que está en Estados Unidos, y con todos los problemas de documentos es difícil para mí. Por una cuestión de fechas y retrasos causados por errores en nuestro expediente, nos parece imposible tener nuestro CSQ, y por tanto nuestra residencia permanente. Es una multiplicación de errores que complican el archivo, pudiendo provocar que lo abandonemos. Entre estos errores, un funcionario escribió el número de pasaporte de mi pareja en un documento incorrecto, lo que retrasó e impidió la entrega de otros documentos. Entonces todo se desmorona”, afirma Nicolas Guillou.
La diputada federal de Sherbrooke, Élisabeth Brière, confirma esta sucesión de errores calificando el expediente como un caso típico de errores administrativos.
Una mala declaración de impuestos también habría perjudicado a la familia Guillou, ya que se habrían enviado las cifras del año equivocado. Nicolas Guillou afirma haber “pecado” al no haber cumplimentado “un documento de forma correcta”, lo que le impidió pagar sus impuestos hace algún tiempo, pero espera poder corregirlo todo.
“En cierto momento simplemente ya no sabía pensar, me costaba coger el lápiz para escribir porque estaba muy abrumada por todo lo que nos estaba pasando”.
Durante este tiempo, su hija mayor continuó sus estudios en el Champlain College después de haber encontrado también muchas dificultades para continuar sus estudios en Quebec.
Su hija menor todavía teme que la policía venga a buscarla a su clase de primaria para expulsarla del país, dice su padre Nicolas.
“Me dicen que los gobiernos ya no pueden hacer nada por nosotros. ¿Tendremos que irnos en unos meses? No sé. La fecha aún no se conoce. Vinieron a recogernos en 2017, llegamos en 2020 y hemos llegado demasiado lejos para irnos y empezar de nuevo en otro lugar. No es que haya hecho nada estúpido. ¡Nos empujan constantemente, es agotador y no sabemos a dónde acudir con todo esto! Siento que estoy al final de mi cuerda”.
Aunque la pelota parece estar en el tejado del gobierno provincial, el equipo de la diputada Elisabeth Brière apoya a Nicolas Guillou y su familia en sus esfuerzos, “les ofrece el apoyo necesario y lamenta la situación” precisando que el expediente encontrado él mismo en la corte de Quebec.
Una última opción ahora estaría disponible para la familia Guillou en caso de una respuesta negativa: obtener un nuevo permiso de residencia, para aprovechar un poco más de tiempo con la esperanza de regularizar el expediente, de una vez por todas.
“Estamos cansados de todo esto. Es pesado, complicado y trae mala suerte además de mala suerte”, concluye Nicolas Guillou, que todavía quiere luchar por quedarse en Sherbrooke.
“Nuestra vida está aquí ahora”.