Quienes estén pensando en comprar una nueva computadora portátil deberían considerar hacerlo ahora, ya que el precio de estos dispositivos podría aumentar 500 dólares de la noche a la mañana si Donald Trump es elegido el próximo martes en Estados Unidos.
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Eso es lo que predice un informe publicado este mes sobre los derechos de aduana adicionales del 10 al 20 por ciento sobre todas las importaciones que el candidato republicano prometió imponer, un tipo especial que sería del 60 por ciento en el caso de los productos chinos.
“Los compradores de ordenadores portátiles, tabletas y teléfonos inteligentes serán los más afectados”, advierte el estudio de la Consumer Technology Association (CTA), que representa a fabricantes como Apple, HP y Microsoft.
Los consumidores canadienses también serían víctimas de estos nuevos aranceles aduaneros, ya que aumentaría el coste de los componentes (semiconductores, baterías, acero) utilizados para fabricar productos electrónicos.
Incluso si se impone la tasa más baja del 10%, señala el estudio, el costo de las computadoras portátiles, pantallas, televisores, teléfonos inteligentes y computadoras de escritorio aumentará, ya que la gran mayoría de los componentes se fabrican en China.
La subida, toma 2
Pagados por los importadores, estos impuestos se trasladarían a los consumidores en forma de precios más altos, señala el estudio, que se basa en el ejemplo de 2020, cuando la administración Trump impuso derechos de aduana a mercancías procedentes de China por valor de 300.000 millones de dólares.
Por lo tanto, el precio de un modelo promedio de computadora portátil de 793 dólares aumentaría a 1.150 dólares (de 1.100 a 1.600 dólares en dólares canadienses). El precio de los modelos de alta gama aumentaría aún más, 450 dólares por cada 1.000 dólares del precio actual, o 625 dólares canadienses por cada 1.400 dólares.
Al igual que ocurre con los portátiles, las tabletas costarían un 45% más de media si los fabricantes decidieran trasladar todos los costes adicionales a los consumidores, afirma la CTA, porque China representa el 79% de la producción mundial de estos dos tipos de dispositivos.
Los teléfonos inteligentes experimentarían un aumento similar, hasta 213 dólares, mientras que las consolas de videojuegos podrían aumentar en 246 dólares, señala el estudio, que tuvo en cuenta los niveles de comercio entre diferentes países para llegar a sus resultados.