Como un ilusionista que hace desaparecer años de desgaste con un movimiento de varita mágica, algunos comerciantes sin escrúpulos han transformado el tráfico de millas en un arte tortuoso. Pero no nos equivoquemos: detrás de este juego de manos se esconde una realidad mucho menos halagüeña para los compradores de vehículos usados.
Medidores digitales manipulados
La era totalmente digital ha supuesto la muerte de los viejos contadores mecánicos con sus engranajes y rodillos. De aquí en adelante, un simple ordenador y el software adecuado son suficientes para borrar decenas, o incluso cientos de miles de kilómetros con sólo unos pocos clics. Esta facilidad de manipulación ha abierto el camino a una práctica tan extendida como preocupante.
Las cifras hablan por sí solas: según Centro Europeo del Consumidor, Entre el 5 y el 12% de las ventas nacionales en Europa se ven afectadas por este fraude.con un porcentaje que asciende al 30% para las ventas transfronterizas. Ante esta alarmante realidad, se requiere vigilancia por parte de cualquier posible comprador.
Afortunadamente, todavía hay maneras de frustrar estos planes. La primera regla de oro es Tenga cuidado con los vehículos recién importados o comprados en el extranjero.; siendo casi imposible apelar en estos casos. es crucial exigir facturas de mantenimiento completas y, en caso de duda, Pídale a un distribuidor de la marca que le proporcione el historial de visitas al taller..
el sitio Histovec del Ministerio del Interior también puede resultar valioso (enlace aquí) e indica el origen del vehículo y el kilometraje de la inspección técnica (si los antiguos propietarios juegan con la carta de la transparencia). Sin embargo, ni siquiera este sistema es infalible y algunos estafadores logran pasar desapercibidos.
Inspección física
La inspección física del vehículo sigue siendo una forma eficaz de detectar posibles fraudes: Un desgaste pronunciado en los pedales, el volante o los asientos puede indicar un kilometraje muy superior al mostrado. Estos elementos rara vez se modifican o disfrazan durante una venta y son indicadores valiosos.
Si, a pesar de todas estas precauciones, usted es víctima de dicho fraude, sepa que la ley lo protege en este tipo de situaciones. Incluso si el kilometraje se indica como “no garantizado”, el vendedor sigue sujeto a sus obligaciones legales : el engaño sobre el kilometraje puede dar lugar a acciones penales y justificar la nulidad de la venta a nivel civil.
Si se descubre un kilometraje fraudulento, el primer paso es enviar una carta certificada al vendedor acompañada del comprobante del exceso de kilometraje. Si el vendedor es un profesional sin escrúpulos, la amenaza de presentar una denuncia penal ante el fiscal puede resultar eficaz. La ley también es especialmente severa con los defraudadores: no sólo se puede exigir el reembolso del precio de compra, sino que también se puede reclamar una indemnización por daños y perjuicios si el vendedor tenía conocimiento del fraude.
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