El banco central de Australia mantuvo las tasas de interés sin cambios por cuarta reunión consecutiva el martes, aunque señaló que la inflación estaba cayendo más gradualmente de lo esperado y que estaba atento a los riesgos de presión alcista sobre los precios.
Tras su reunión de mayo, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) mantuvo los tipos en el 4,35%, su nivel más alto en 12 años.
Sin embargo, no restableció un sesgo restrictivo como algunos economistas habían esperado después de que la inflación del primer trimestre y el mercado laboral no lograron enfriarse tanto como se esperaba.
El dólar australiano cayó un 0,4% a 0,6600 dólares, mientras que los futuros de bonos a tres años subieron 7 ticks a 96,05 y los mercados redujeron las apuestas de otro aumento este año con una probabilidad implícita del 32% para el mes de septiembre en comparación con el 43% anterior.
“Los datos recientes indican que, aunque la inflación está cayendo, lo está haciendo más lentamente de lo esperado y sigue siendo elevada”, dijo el RBA en un comunicado, añadiendo que permanecería atento a los riesgos al alza.
“La trayectoria de las tasas de interés que mejor garantizará que la inflación regrese al objetivo dentro de un período de tiempo razonable sigue siendo incierta y la junta no descarta nada.
El RBA abandonó su sesgo explícito de ajuste en marzo y no consideró un aumento, ya que la economía se desaceleró y la inflación parecía estar en camino de regresar a su rango objetivo del 2-3% para finales del año 2025.
Sin embargo, las últimas previsiones del banco muestran que se espera que la inflación aumente hasta el 3,8% y se mantenga en este nivel hasta finales de año. Alcanzó el 3,6% en el primer trimestre.
La inflación se desaceleró menos de lo esperado en el primer trimestre, lo que puso de relieve el desafío inflacionario interno, mientras que datos recientes del mercado laboral confirmaron una relajación gradual, con la tasa de desempleo en el 3,8% en marzo.
A nivel mundial, otros bancos centrales también están luchando por llevar la inflación nuevamente hacia sus objetivos, lo que complica las perspectivas de posibles recortes de tasas.
Ahora se espera que la Reserva Federal haga menos de dos recortes en 2024, en comparación con alrededor de seis recortes a principios de año.
