El invitado: no hay futuro sin política industrial

El invitado: no hay futuro sin política industrial
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No hay futuro sin política industrial

Olivier Feller – Asesor Nacional PLR Vaud

Publicado hoy a las 06:23

Las dos últimas acerías suizas se encuentran en graves dificultades. Stahl Gerlafingen cerrará en Solothurn una de sus dos líneas de producción. Un centenar de puestos de trabajo están amenazados. En Lucerna, Swiss Steel debe aumentar su capital en 300 millones para salir adelante.

Ya en diciembre de 2022, dos parlamentarios de habla alemana, un asesor estatal socialista y un asesor nacional de la UDC, intervinieron para evitar esta crisis. Presentaron la misma moción pidiendo al Consejo Federal que adopte medidas para apoyar a las empresas que producen y reciclan metales en Suiza. Apoyé esta moción, aceptada en 2023 por una mayoría del Consejo de los Estados y luego por el Consejo Nacional.

Por lo tanto, es necesario que el Consejo Federal lo aplique. Pero la Secretaría de Estado de Economía sigue actuando como si fuera la voluntad popular. La televisión francófona transmitió su posición el 3 de abril en los siguientes términos: “Suiza renuncia a tales medidas porque son costosas y no garantizan una competitividad a largo plazo”. En otras palabras, ¡tenemos razón contra todo el mundo, incluido el parlamento!

Cada país importante tiene una política industrial, desde la invasora China hasta Estados Unidos que lucha por mantener su liderazgo. Del lado de Washington, el liberalismo de mercado es defendido en discursos para ingenuos, pero contradicho en gran medida por la avalancha de subsidios e inversiones de las que se benefician sus industrias. Incluso Europa, que durante mucho tiempo ha creído en las virtudes de dejarse llevar frente a las deslocalizaciones y al espejismo de los mercados asiáticos, ha despertado. Ahora protege sus restos de la competencia extranjera, de la que lamentablemente nuestro país forma parte.

Suiza, por su parte, sigue esperando, como si la pandemia de Covid-19 y la guerra en Ucrania no hubieran puesto de manifiesto nuestra fragilidad del suministro en varios sectores.

¿Quien pagará?

Los países extranjeros apoyaron masivamente a sus acerías tras la explosión de los precios de la energía. Suiza no. En última instancia, ¿quién pagará los costos de la pasividad federal? Los costos sociales relacionados con la pérdida de empleo. Los costes económicos ligados a la pérdida de know-how y de nuestro suministro interno. De hecho, nuestras acerías abastecen a muchas empresas que tendrán que buscar productos sustitutos mucho más lejos y a qué precio.

Por último, están los costes ecológicos, ya que la acería de Solothurn, por ejemplo, produce acero a partir de residuos metálicos. ¿Cuántos camiones serán necesarios para evacuar estos residuos no utilizados a quién sabe qué vertedero o planta incineradora? ¿Quién va a pagar todas estas facturas? ¿Persona?

La economía de mercado, sí. Pero el mercado que mata la economía, no.

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