– Una bonificación de casi 1.300 francos por la compra de un vehículo limpio
Los conductores que cambian un vehículo viejo por uno más nuevo tienen derecho a una subvención de hasta 1.300 francos, anunció el Ministerio de Comercio en el Salón del Automóvil de Beijing.
Los visitantes toman fotografías frente al auto deportivo eléctrico Hyper SSR, producido por el fabricante de automóviles chino GAC Aion, en el Salón del Automóvil de Beijing el 26 de abril de 2024.
AFP
China es el mercado automovilístico más grande del mundo y el más competitivo en vehículos eléctricos, con alrededor de un centenar de marcas locales innovadoras lanzadas a la carrera por el coche limpio del futuro. Pero la desaceleración económica, que pesa sobre el gasto de los consumidores, ha provocado en los últimos meses una guerra de precios entre fabricantes en detrimento de su rentabilidad.
Para estimular la demanda, los conductores que cambien un vehículo eléctrico o híbrido matriculado antes de 2018 por un modelo más reciente podrán beneficiarse de una subvención de 10.000 yuanes (unos 1.260 francos) – 7.000 yuanes (883 francos) para un vehículo adquirido después de 2018.
La medida, vigente hasta finales de año, afecta a cualquier compra de un vehículo eléctrico o híbrido nuevo. Coincide con el Salón del Automóvil de Beijing, donde las marcas chinas están robando el protagonismo a los fabricantes extranjeros que luchan por dar el paso a lo eléctrico.
Desconfianza
La decisión llega además en un momento en el que los fabricantes chinos son objeto de cierta desconfianza en los países occidentales.
Presionada por Francia, que cuenta con varios fabricantes históricos, la Comisión Europea inició en septiembre una investigación sobre los subsidios estatales chinos al sector. Al final del procedimiento, amenaza con aplicar recargos aduaneros para proteger el mercado europeo.
Estados Unidos, en general, denuncia las subvenciones que, según ellos, conducirían a un “exceso de capacidad” de producción y perjudicarían la competencia a nivel mundial. A Washington también le preocupan los supuestos riesgos para su seguridad nacional con los vehículos chinos.
AFP/Muriel Naudín
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