Al igual que otros seis estados miembros de la UE, Francia debe tomar medidas correctivas para cumplir con las normas presupuestarias de la Unión Europea en el futuro, o enfrentar sanciones financieras.
La Comisión Europea confirmó este martes que está discutiendo con el gobierno francés una nueva fecha para enviar el plan de reducción del déficit público del país en un plazo “razonable”, confirmando así la petición francesa de aplazamiento.
La Comisión “estará de acuerdo” con los Estados miembros que soliciten una prórroga “sobre un nuevo plazo que permita una evaluación oportuna de su plan, teniendo en cuenta todos los factores relevantes”, explicó un portavoz.
Los Veintisiete deben enviar su plan presupuestario plurianual a Bruselas antes del 20 de septiembre. Francia espera actualmente un nuevo gobierno tras las elecciones legislativas de julio y el nombramiento de Michel Barnier como primer ministro.
Desde finales de julio, es objeto de un procedimiento europeo por déficit excesivo, al igual que otros seis Estados miembros de la UE. Estos países superaron el año pasado el límite de déficit público fijado en el 3% del producto interior bruto (PIB) por el Pacto de Estabilidad, que también limita la deuda al 60% del PIB. En el futuro deberán tomar medidas correctivas para cumplir con las reglas presupuestarias de la Unión Europea, so pena de sanciones financieras.
Sólo 10.000 millones de euros de ahorro se materializaron antes de julio
París se ha comprometido a volver a situarse por debajo del umbral del 3% en 2027, un objetivo que muchos expertos consideran inverosímil. El déficit alcanzó el 5,5% del PIB el año pasado. El aumento inesperado del gasto de las autoridades locales, unido a unos ingresos fiscales decepcionantes, podría llevar el déficit público al 5,6% del PIB este año, o incluso al 6,2% en 2025, según los documentos presupuestarios enviados por Bercy a los parlamentarios. “Confirmamos haber recibido la solicitud” de aplazamiento por parte del gobierno francés, explicó un portavoz de la Comisión.
“Al igual que todos los Estados miembros, seguimos manteniendo un estrecho diálogo técnico con las autoridades francesas con el objetivo de garantizar que los planes (presupuestarios) cumplan todos los requisitos establecidos por la legislación”, añadió.
Las normas de la UE permiten un aplazamiento por un “periodo razonable” más allá de la fecha límite. “Está claro que existe una necesidad de ajuste presupuestario en Francia y en otros países con un elevado endeudamiento”, dijo en julio el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni. En Francia, el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, había anunciado 25.000 millones de euros de ahorros este año, pero sólo se entregaron 10.000 millones antes de las elecciones parlamentarias anticipadas.
