Después de un verano olímpico excepcional, los atletas y para-atletas del equipo francés desfilaron el sábado durante el desfile de campeones en los Campos Elíseos de París, vitoreados por miles de espectadores.
Son las 15 horas y los Campos Elíseos vibran al ritmo de los preparativos. Aún lejos del público, voluntarios y atletas se cruzan, intercambian sonrisas y palabras. Dentro de una hora, desfilarán por la legendaria avenida de París y la Place de l'Étoile, antes de pasar página a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
Para Élodie Clouvel, subcampeona de pentatlón, este desfile representa mucho más que una simple celebración. “Es una oportunidad para revivir todos estos momentos intensos y agradecer a todos aquellos que contribuyeron al éxito de los Juegos”, explica mirando a los numerosos voluntarios que la rodean. En respuesta, uno de ellos le dice: “¡Bravo por ti, nos has dado tantas emociones!”.
Shirine Boulki, con sus medallas de oro y plata al cuello, saborea cada momento: “Es una alegría enorme y compartirla con los voluntarios y el público es fantástico”, confiesa la doble medallista de judo. “¡Siento un orgullo y una alegría inmensa porque hemos transmitido y recibido tantas emociones este verano!”, expresa Hakim Arezki, campeón paralímpico con la selección francesa de fútbol para ciegos. “¡Es hora de respirar y celebrar!”.
Emoción increíble
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