Nuestro litoral es hermoso, pero evidentemente necesita evolucionar. A veces para gran disgusto de los turistas que quieren disfrutar del sol y acabar entre las piedras.
Por otro lado, si bien es evidente que es necesario adaptarse a nuevas realidades como el cambio climático, por ejemplo, o las nuevas normas ambientales, hay un proyecto que asusta a muchos alcaldes de municipios costeros.
Se trata de un proyecto francés de construcción de un parque eólico frente a la costa de Dunkerque, cerca de la frontera belga, que lleva años suscitando temores. En julio de 2021, el gobierno belga ya había iniciado un proceso judicial ante un tribunal administrativo de Lille.
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El caso también se había planteado ante la Comisión Europea, porque Bélgica no fue escuchada en el momento de determinar la ubicación del parque eólico, a pesar de que las normas europeas así lo exigen. Sin embargo, tras presentar una denuncia, el Estado belga, la región flamenca, el puerto de Ostende y el municipio de La Panne, que cuestionaron la validez de la consulta previa a la elección del emplazamiento del parque eólico, fueron desestimados.
Este proyecto fue decidido unilateralmente, por eso solicito un arbitraje internacional.
El proyecto sigue adelante. La presidenta del puerto de Ostende, Charlotte Verkeyn (N-VA), quiere que nuestro gobierno ejerza más presión sobre su homólogo francés. Lamenta que el parque eólico se encuentre justo en el camino que siguen los barcos para llegar al puerto de Ostende. “Además, afectará a una zona Natura 2000 y a una zona utilizada por el Ministerio de Defensa. Este proyecto se ha decidido de forma unilateral, por eso solicito un arbitraje internacional”, explica Charlotte Verkeyn a nuestros colegas de Laatste Nieuws. “Los expertos examinarán el asunto y tendremos una respuesta más rápidamente que en un proceso judicial. El tiempo apremia, porque existe un riesgo real de que se inicien las obras”.
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Por su parte, el ministro del Mar del Norte, Paul Van Tigchelt, recordó que los ministros competentes que se suceden están en contacto permanente con las autoridades francesas y que ya se han dado muchos pasos. Según él, la solución propuesta por Charlotte Verkeyn no es una solución a corto plazo: “No es lo que nos llevará a una solución”. Se espera que a finales de año se conozcan novedades sobre las conversaciones entre los dos países.
Los aerogeneradores se instalarían a una altitud de entre 240 y 300 metros sobre el nivel del mar.
El proyecto de parque eólico francés prevé la instalación de un máximo de 46 aerogeneradores en 2027 a más de 10 km de la ciudad portuaria de Dunkerque y a más de 11,4 km de las ciudades costeras de ambos lados de la frontera con Bélgica, en una superficie total que no superará los 50 km2. Los aerogeneradores se instalarían a una altitud de entre 240 y 300 metros sobre el nivel del mar.