El gobierno francés ha pedido a la Comisión Europea una prórroga del plazo para enviar su plan de reducción del déficit público, previsto inicialmente para el 20 de septiembre, indicó el sábado el Ministerio de Finanzas, confirmando una información del domingo de La Tribune.
“Francia ha solicitado esta prórroga” para “garantizar la coherencia entre el plan y el proyecto de ley de finanzas de 2025”, indicó el Ministerio de Economía al semanario, sin precisar la duración del plazo.
Consultado por AFP, Bercy confirmó la información.
Francia, que desde finales de julio está sujeta a un procedimiento europeo por déficit excesivo, como otros seis Estados miembros de la UE, debe enviar antes del 20 de septiembre a Bruselas su plan para reducir su déficit público hasta 2027, fecha en la que normalmente debería haber vuelto por debajo del 3% autorizado.
Según los textos europeos, el plazo se aplica “a menos que el Estado miembro y la Comisión acuerden prorrogar dicho plazo por un período razonable”.
Los países deberán tomar medidas correctivas para cumplir con las normas presupuestarias europeas en el futuro, o enfrentarán sanciones financieras.
Sin embargo, en Francia, el aumento inesperado del gasto de las autoridades locales, unido a unos ingresos fiscales decepcionantes, podría empujar el déficit público al 5,6% del PIB este año, o incluso al 6,2% en 2025, en comparación con el 5,5% en 2023, según los documentos presupuestarios enviados esta semana por Bercy a los parlamentarios.
El gobierno saliente ha preparado para su sucesor un presupuesto 2025 “reversible”, que prevé un gasto estatal estrictamente equivalente al de 2024 (492.000 millones de euros), pero repartido de forma diferente entre los ministerios.
El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, había anunciado un ahorro de 25.000 millones de euros este año, pero sólo se implementaron 10.000 millones antes de las elecciones legislativas anticipadas.
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“Un retorno del déficit por debajo del 3% en 2027”, como está previsto en la trayectoria plurianual de las finanzas públicas transmitida por Francia a Bruselas en primavera, “requeriría lograr un ahorro de unos 110.000 millones de euros en 2027”, advirtió la Dirección General del Tesoro en una nota de julio consultada por AFP.
El presidente del Tribunal de Cuentas, Pierre Moscovici, también consideró que esta trayectoria está “obsoleta”, “se ha vuelto improbable y no necesariamente deseable”.
«Para lograrlo, habría que ahorrar unos cien mil millones de euros en tres años», explicó en una entrevista con Le Parisien publicada el sábado.
“Es brutal, políticamente difícil de hacer, socialmente inaceptable y económicamente poco coherente”, afirmó.
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