El espíritu de equipo de los primeros alpinistas ha dado paso a la obligación comercial de llevar a los clientes a la cumbre. El periodista François Carrel describe este cambio en su libro.
Este artículo está extraído de la revista mensual Sciences et Avenir n°931, de septiembre de 2024.
En 2023, la noruega Kristin Harila escaló los 14 picos más altos del planeta en tres meses. Antes de ella, la nepalí Nimsdai ya había batido el récord de ascenso a los “catorce ochomiles” en seis meses y seis días.
La posibilidad de alcanzar el techo del mundo sin ninguna experiencia.
Estas hazañas son posibles hoy en día gracias a la profesionalización de las agencias de turismo y a una logística cada vez más eficaz: campamentos base confortables con entregas diarias de alimentos en helicóptero, sherpas experimentados, montañas equipadas con cuerdas fijas y botellas de oxígeno que ofrecen la posibilidad de alcanzar el techo del mundo sin ninguna experiencia. Solo hay que pagar el precio.
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La obligación empresarial de llevar a los clientes a la cima
El Himalaya también sufre las consecuencias del turismo de masas: desechos humanos y materiales, contaminación de los helicópteros… En 2019, cuatro personas murieron tras esperar horas para alcanzar la cumbre.
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El «espíritu de equipo» de los primeros alpinistas ha dado paso a la obligación comercial de llevar a los clientes a la cumbre, incluso si eso supone pasar por encima de un hombre moribundo… El periodista François Carrel lo demuestra con su libro «Negocios en el Himalaya. ¿Qué hicimos con los 8000?“, una investigación impactante.
“Negocios en el Himalaya. ¿Qué hicimos con los 8000?“, François Carrel, Guérin, 160 p., 22 €
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