Actualmente en plena gira “Hasta Luego”, por salas de Francia y Navarra, Véronique Sanson ha hecho algunas confidencias sobre su estado de salud mental. Más concretamente, sobre la depresión que la devora desde hace tiempo.
A sus 75 años, Véronique Sanson sigue conmoviendo a la multitud. Actualmente de gira en “Hasta Luego”, la cantante también viaja por los medios franceses para hablar, en particular, de su salud y de sus más de 50 años de carrera. Durante su aparición en “France Inter”, el viernes pasado, volvió notablemente a esta depresión con la que lucha desde hace años.
“Nada me hace sentir bien cuando estoy triste”, le confió a Léa Salamé. ” Nada. Me encierro. Estoy en mi burbuja. No contesto el teléfono. No quiero dar un paso, como si estuviera siendo absorbido por mi cama. »
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La que luchó contra un cáncer de amígdalas hace dos años y una neumonía en abril pasado dice que de vez en cuando pierde el gusto por la vida: “Cuando estoy realmente mal y deprimida, ni siquiera es el fin del mundo, es la nada. La idea de ir al fondo del jardín es para mí como si estuviera a punto de tomar un cohete para ir a Marte. ¡Todo me parece difícil! »
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Sigue presente en el escenario a pesar de todo
“No es que tengamos pensamientos negativos, es que no tenemos ningún pensamiento en absoluto”, continuó antes de añadir que intenta mantener una actitud positiva a pesar de todo. “Un día, sin más, hay un pequeño clic y vuelve [à la normale, ndlr.]. Nunca debes desesperarte, no dura. Se lo digo a todo el mundo. »
A pesar de sus problemas de salud o de su depresión, Véronique Sanson nunca consigue alejarse demasiado tiempo de lo que más ama: el escenario. El pasado mes de abril, confió a Paris Match que ya había jugado en malas condiciones: “Jugué con las muñecas rotas, los dedos rotos, las costillas rotas y cada vez que iba. Porque en cuanto subo al escenario, el dolor se va. »